La caja azul es desde hace más de 100 años un emblema de unidad judía, ya que desde el siglo pasado se usa para recolectar donaciones destinadas al desarrollo de Israel.
Ahora, dos cajas del Fondo Nacional Judío (KKL-JNF) está exhibidas como una muestra de la resistencia y la perseverancia de la comunidad judía en el Edificio de las Instituciones Nacionales en Jerusalén: una sobreviviente del Holocausto y otra de los devastadores ataques del 7 de octubre en Israel.
La primera, completamente calcinada, fue desenterrada entre las ruinas del Gueto de Varsovia tras la Segunda Guerra Mundial. La segunda, originaria del Kibutz Nir Oz y fabricada en la década de 1980, fue recuperada de las cenizas de una casa destruida por el fuego durante la masacre del 7 de octubre, día en el que terroristas de Hamás atacaron comunidades cercanas a la Franja de Gaza.
Expuestas lado a lado, conectan los horrores del Holocausto con las luchas actuales de las comunidades judías. La exposición, abierta al público de manera gratuita, combina artefactos históricos con narrativas contemporáneas, ofreciendo a los visitantes una conmovedora reflexión sobre la identidad judía.
Efrat Sinai, directora de Archivos del KKL-JNF, afirmó que las cajas “no son solo piezas históricas; son símbolos duraderos de la resiliencia y la esperanza del pueblo judío”.