El entorno israelí propicio para el nacimiento de nuevas empresas tecnológicas es reconocido mundialmente. El título «start-up nation» ilustra esta característica. Sin embargo, son varios los expertos que hablan de una transición a una «scale-up nation», es decir, a una economía ya de escala.
Catalyst Investments, una empresa israelí dedicada a la inversión y financiación de proyectos tecnológicos, advierte que esta tendencia es más rápida de lo que se cree. Un estudio realizado por la firma encontró que hubo un cambio en el flujo de inversiones extranjeras en Israel.
Este cambio implica una aceleración. De las inversiones superiores a 100 millones de dólares, el 70% ocurrió desde 2019. Si bien Estados Unidos sigue siendo la mayor fuente de inversión, cada vez más aparecen capitales asiáticos y europeos.
En ese sentido, se nota un aumento sostenido en el capital invertido en el sector tecnológico. En 2020, con pandemia y todo, fue de ~USD 10.000 millones. Más del 80% se dirigió a inversiones en etapa de crecimiento.
En el primer trimestre de 2021, la tendencia fue similar con USD 5.400 millones invertidos en alta tecnología. Las instituciones estadounidenses generalmente invierten junto con los principales fondos locales, ya que también ofrecen presencia en Israel para apoyar a la empresa.
Finalmente, el estudio arrojó que se redujo el tiempo en el que las empresas tecnológicas se convierten en unicornios. Un unicornio es una empresa tecnológica que vale USD 1.000 millones sin haber salido a la bolsa. Al día de hoy, se necesitan en promedio seis años para que los unicornios israelíes establecidos después de 2008 alcancen ese estado, a diferencia de los 15 años para los unicornios israelíes establecidos entre 1999 y 2008.
El número de unicornios se disparó en los últimos años, de un unicornio en 2013, a 18 en 2019, y a 65 en mayo de 2021: más que la suma de todos los unicornios europeos.