Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, cobrando aproximadamente 18 millones de vidas al año, según la Organización Mundial de la Salud.
Si bien la insuficiencia cardíaca afecta a más de 23 millones de personas anualmente, la disponibilidad de órganos donados es muy limitada: solo 6.000 trasplantes se realizan cada año, una cifra insuficiente para la gran demanda.
Pero esta problemática podría estar comenzando a cambiar: en Australia consifuieron implantacrun corazón artificial de última generación en un paciente, que pudo ser dado de alta después de 100 días.
El paciente recibió el dispositivo en noviembre durante una operación de seis horas en Sídney, y ahora fue dado de alta tras vivir más de tres mesescon el corazón mecánico antes de recibir un trasplante.
El corazón artificial fue desarrollado por la empresa BiVACOR, y es una bomba de sangre mecánica hecha de titanio que reemplaza completamente la función del corazón humano, utilizando un motor suspendido por imanes para evitar el desgaste, lo que lo convierte en una solución más duradera y fiable.