Críticas al Teatro Nacional de Israel por actuar en una colonia en Hebrón

26 octubre, 2016

El próximo 10 de noviembre la compañía nacional llevará la obra “Una historia sencilla” (Sipur Pashut) del Nobel de Literatura israelí, Shmuel Yosef Agnón, a esa colonia, punto habitual de fricción entre palestinos y colonos judíos.
El Teatro Nacional de Israel, Habima, ha recibido duras críticas tras anunciar que actuará por primera vez en la colonia judía de Kiryat Arba, en el distrito palestino de Hebrón y una de las más conflictivas, al entenderse la decisión como una “normalización de la ocupación”.
“La voluntad del teatro, sus empleados y los actores desean participar en el proceso de normalización de la ocupación y convertir a Kiryat Arba en una simple ciudad”, escribió en su página de Facebook el profesor Haim Weis, de la Universidad de Ben Gurión, junto a una imagen de una verja con un póster en el que se anuncia la actuación.
Weis relaciona la actuación en la colonia con los nuevos criterios de financiación pública cultural introducidos este año por la ministra de Cultura israelí, Miri Regev, según los cuales las compañías que rechacen actuar en territorios ocupados o zonas periféricas del país pueden ser sancionados con recortes de hasta un 33 por ciento de los fondos estatales que reciben.
El académico anunció que el teatro Habima “está dando validez, significado y legitimación a la campaña de los asentamientos, especialmente a su expresión más extrema y violenta. Los residentes de Kiryat Arba entienden muy bien el significado simbólico y están encantados con la actuación en su ciudad”.
A las declaraciones de Weis se sumaron otros académicos y artistas, como la directora de cine Dina Zvi Rklis. «El 10 de noviembre se impondrá en Hebrón un toque de queda porque el teatro viene a la ciudad», señaló Rklis, una opinión que comparte la música Shosh Reisman, que ironizó con el título de la obra del Habima señalando que «no es una historia sencilla actuar en Hebrón».
Regev mantiene una tensa relación con el mundo de la cultura desde su llegada al cargo en 2015, cuando profirió duras palabras contra esta comunidad.
Una situación que no mejoró después de que hiciera pública su intención de condicionar la financiación de eventos culturales a su «patriotismo» o cancelar ayudas a programas no acordes a sus criterios. EFE

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