El primer ministro Naftalí Bennett mantuvo una charla con Albert Bourla, el CEO de la farmacéutica Pfizer. En la conversación, el mandatario abordó la cuestión del suministro de vacunas adicionales para reforzar la campaña de vacunación.
Israel vive por estos días una nueva ola de COVID-19, impulsada principalmente por la variante Delta. A pesar de aumentar sensiblemente el número de casos, por ahora la mortalidad es casi inexistente, gracias a una gran porción de la población inmunizada con dos dosis.
Israel busca aplicar la mayor cantidad de vacunas posibles entre los niños de 12 a 15 años, para evitar rebrotes escolares. Según reportaron desde la oficina del PM, se habló de vacunas adicionales para fortalecer la campaña.
Hace unos meses, el entonces primer ministro Benjamín Netanyahu consiguió un acuerdo por 18 millones de vacunas. Hasta ahora, no ha llegado ninguna de esas dosis.
Además, Israel tiene 1,4 millones de dosis prontas a expirar en julio. El país explora posibles intercambios con países con el objetivo es no desechar millones de dosis.
Según reportes del Canal 12, el gobierno israelí está en contacto con dos países, a fin de avanzar con la posibilidad de «swap» de vacunas. Por ahora, los acuerdos con la Autoridad Palestina y Reino Unido no parecerían orientarse a buen puerto.