El enorme incendio forestal desatado en las montañas de Jerusalén continuaba expandiéndose en la mañana de hoy, lunes, en las afueras de la capital; pero los barrios residenciales ya no están en peligro, aseguraron los servicios de rescate.
Los bomberos han logrado mantener las llamas bajo control y siguen combatiendo el siniestro considerado el más grande en la zona en años.
El jefe del Cuerpo de Bomberos de Jerusalén, Shlomo Ben Yair, le dijo a Galei Tzáhal (Radio del Ejército) que: “Aún hay cinco frentes activos, pero los habitantes no están en peligro por el momento”.
“Estamos focalizando el esfuerzo en ayudar a los servicios de emergencias y las familias evacuadas de sus hogares”, explicó.
Se calcula que cerca de 1.700 hectáreas han sido devastadas por las llamas.
Al menos 10 mil personas fueron evacuadas de seis localidades situadas en los alrededores de Jerusalén: Beit Meir, Ramat Raziel, Shoresh, Ksalon, Shoresh, Shoeva y Givat Yearim.
Las autoridades permitieron a los habitantes de Shoresh y Shoeva regresar a sus hogares durante la noche. El jefe de la Policía, Doron Turgeman, le dijo a la radio estatal Kan, que los residentes de las otras comunidades podrán volver a sus viviendas en las próximas horas.