“Conocer el Holocausto”: el proyecto educativo que acerca la Shoá a cientos de alumnos en España

“El deber del superviviente es dar testimonio de lo que ocurrió, hay que advertir a la gente de que estas cosas pueden suceder, que el mal puede desencadenarse. El odio racial, la violencia y las idolatrías todavía proliferan”, escribió Elie Wiese, Movidos por lo que recoge la afirmación del célebre escritor y superviviente de los campos de exterminio nazis, Jesús Inglada, profesor de historia, y Carlos Pérez, de música, decidieron emprender el proyecto “Conocer el Holocausto”: un viaje en el que anualmente los alumnos de primero de Bachillerato del instituto Pirámide de Huesca (Aragón, España) viajan a Polonia, la República Checa o Austria para conocer de primera mano los horrores del nazismo y el testimonio directo de varios supervivientes.

Carlos Pérez, que disponía de contactos en la diplomacia pública de España, decidió juntarse con Inglada, experto en la guerra civil española y los republicanos que pasaron por los campos alemanes. “Empezamos el primer viaje a Auschwitz y a Terezin en Praga, y lo fuimos enriqueciendo año tras año. Llevamos ya seis ediciones”, comentó Pérez a Aurora. Y prosiguió: “en Praga, en colaboración con el Instituto Cervantes, los jóvenes pudieron reunirse con mujeres que sobrevivieron a los campos. Empezamos a fraguar una relación también con el Centro Sefarad-Israel de Madrid”.

Antes de afrontar los objetivos principales del viaje –conocer la dimensión histórica de la Shoá, incorporar testimonios directos y realizar visitas in situ-, los alumnos reciben una formación previa para ponerse en situación, leyendo diarios personales o viendo documentales.

Alumnos del instituto Pirámide de Huesco en el campo de exterminio de Auschwitz. / Foto: Facebook

“Lo primero que les decimos es que se trata de una oportunidad histórica, la dimensión humana de lo que significa que podamos hablar con supervivientes es enorme. Que les cuenten su testimonio, cargado de una visión directa, específica y absolutamente emocional, y sobre todo con la mirada hacia adelante”, afirmó Pérez. “Si a esto unes la visita a los espacios emblemáticos, contribuye a razonar lo que significa para que no se vuelva a repetir, que es el mensaje que nos trasladan. El mensaje de perdón, de construcción, de no ser egoísta y compartir después de lo sufrido”, añadió sobre la perspectiva de los supervivientes.

Desde el 2015, los alumnos realizan una parada en el Instituto Cervantes de la capital checa donde se reúnen con Helga Weissová y Hana Hnatova-Lustigová, dos supervivientes de los campos nazis de Terezin, Auschwitz-Birkenau, Freiberg y Mauthausen. La novedad de este año fue la incorporación del doctor Tomas Radil, que fue deportado por ser judío con trece años.

“Weissová nos envió un correo con un papelito que guardaba en su maleta: estuvo en Mathausen y fue salvada por unos españoles. Los últimos tres días fueron muy complejos. No se acuerda del nombre, pero nos envió el papelito por email. Uno de los nombres era Manuel Caballero Domínguez, sevillano en Barcelona, y el otro José Rassal, de un pueblo a 20 kilómetros de Huesca”, afirmó el maestro. Finalmente, 100 alumnos del centro fueron a visitar a José para entregarle una carta de Helga (90 años): “tenía muchas ganas de agradecérselo”, reconoció Pérez.

Helga Hošková-Weissová, superviviente del holocausto. / Foto: Facebook

Más de 500 alumnos del instituto español ya han participado en el proyecto, y el profesor afirma que “somos el único instituto de Europa con una posición tremenda en las instituciones”. Según afirma, la experiencia les da “no solamente una visión sobre la Shoá, sino una perspectiva diferente sobre la vida. De ver las cosas con otra óptica más abierta y plural”.

 

“Unido al proyecto educativo, hemos puesto en marcha un seminario de formación de profesores. En la educación está la base de ir rompiendo puertas. Hemos puesto en marcha esto en Huesca, y haremos una sesión de clausura en el Centro Sefarad en Madrid. Consideramos que para llegar al público en general hay que empezar desde la educación”, opinó Pérez.

Los propios padres de los participantes también se sienten influenciados. Tras ver en directo por redes sociales las experiencias de sus hijos, les han pedido que se organice un viaje para ellos. Y sobre todo remarcó la “alerta” que supone ante un presente donde fuerzas populistas y extremistas están atizando el odio contra el diferente, en Europa y el mundo: “les pasamos mensajes de supervivientes que cuentan su vida plácida, como jugaban con su familia, hasta que todo de repente cambió. Los judíos no pensaban que los alemanes, un pueblo tan avanzado, serían capaces de cometer tal atrocidad”.

Pérez considera que “los tintes actuales deben invitar a la reflexión, porque si seguimos este camino por desgracia se repetirá algo parecido. La incomprensión entre el ser humano es como conviertes a alguien en diferente, y a partir de esa diferencia empiezas el exterminio”.  Y concluyó: “animamos a los jóvenes a que ante el minimo origen de totalitarismo o imposición de pensamiento, hay que actuar y extirpar. Porque si la dejamos crecer, se nos comerá”.

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