Según los datos publicados en el más reciente informe de la Oficina Central de Estadísticas de Israel, la inflación a nivel nacional se aceleró durante agosto. Durante ese mes la inflación alcanzó un aumento del nivel del 3.6% anual.
Según afirmaron los expertos, las principales razones para este aumento son tres: el aumento de los costos de la vivienda, de los precios de los productos frescos, como las verduras, y el costo de los viajes al extranjero. Por ejemplo, las verduras frescas aumentaron un 13.2%, y los costos de transporte subieron un 2.8% y los alquileres para nuevos inquilinos subieron un 5.3%.
El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 0.9% en agosto, valor que superó lo que estimaban los expertos, que habían situado la expectativa de aumento del IPC entre un 0.5% y 0.6% para ese mes.
Este es el nivel más alto registrado desde octubre del año pasado, lo que reduce las probabilidades de que el Banco de Israel disminuya las tasas de interés en los próximos meses. El gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, la incertidumbre sobre las finanzas estatales podría impedir que la inflación regrese al rango objetivo de entre 1% y 3%.
Aquí vemos cómo aunque haya una guerra, los especuladores, comerciantes y empresarios, no miden su avaricia y aumentan los precios. No aumentan los salarios, aumenta el costo de vida y el resultado es que Israel comienza a retroceder a los años ’80.