jue. Nov 21st, 2024
Cristóbal Colón ante los Reyes Católicos en la corte de Barcelona (V. Turgis, siglo xix) - Foto: Wikipedia - Dominio Püblico

David A. Rosenthal.

El misterio de hace siglos se ha resuelto. El origen del descubridor, del mítico y enigmático personaje Cristóbal Colón, coincidiendo con “El Columbus Day” en Estados Unidos, que memora el descubrimiento de América en 1492 y que en Iberoamérica se conmemora como el Día de la Raza, el 12 de octubre.

Pues bien, poco o mucho se ha dicho del verdadero Cristóbal Colón o Cristóforo Colombo, pues así lo quería él. Dejando a su paso el misterio del origen de la leyenda en que se convertiría.

Un origen que ha sido debatido entre gallego, catalán y genovés, incluso hasta portugués podría ser.

La conclusión a la que han llegado y comprobado los científicos es que por su ADN su sangre y su linaje era judío. Judío sefardita y valenciano del mediterráneo occidental y del levante peninsular.

Hasta el momento, los indicios más veraces eran que el descubridor había nacido en Génova, y que provenía de una familia de “cristianos nuevos”, que habían huido de España (posiblemente de la actual Cataluña -por las matanzas judías de 1391- hacia Italia. Así que, su idioma original, en efecto era el castellano antiguo, conocido como “ladino” o judeoespañol. Además, para el hebraísta judío británico Cecil Roth, Colón y Colombo eran nombres comunes dentro de la judería española e italiana. Asimismo, Colón permaneció en Lisboa un importante periodo y allí se casó con Filipa Perestrelo Moniz, hija de “conversos” -vinculada a los Braganza-, con quien tendría a su hijo Diego Colón Perestrelo.

Dejó escrito Colón -en ladino- en su Institución del mayorazgo (institución del derecho civil destinada a perpetuar la posesión de bienes) que: Jénova, “ciudad noble y poderosa por la mar,”; “Della salí, y en ella nací”. De la misma manera, Colón, esperó hasta el día 3 de agosto de 1492 para salir del mítico puerto de Palos de Moguer, a pesar que, todo estaba preparado para el día 2. Pero, es que este día era el 9 del mes de Ab -en el calendario judío-, día de ayuno completo, que conmemora la destrucción de los templos de Jerusalén por Nabucodonosor y también por Tito. Por estos terribles sucesos para el pueblo hebreo, se le considera un día de mala suerte.

Colón no era ni catalán, ni gallego, ni portugués, ni siquiera italiano. Su origen siempre estuvo encubierto, pues era natural en la época ocultar el origen judío, por culpa de la “Santa Inquisición” que matoneó y persiguió a los judíos españoles y portugueses, sobre todo, aunque también a los italianos, estando la sede del Vaticano allí. Luego, incluso replicándose en América, en El Nuevo Mundo. De hecho, el inquisidor general: Tomás de Torquemada, descendía de judíos conversos al catolicismo. En consecuencia, había un gran recelo contra los judeoconversos, también, denominados como: “marranos” o “chuetas” en mallorquín.

De igual modo Colón tuvo, como segunda mujer, a la bella cordobesa, Beatriz Enríquez de Arana, de origen judío, así como, la madre de Fernando de Aragón, doña Juana Enríquez también de origen judío. El resultado de la unión de Colón y Enríquez fue: Fernando Colombo, quien acompañó a su padre en el cuarto viaje y también escribió: “Historia del Almirante Don Cristóbal de Colón”. Por si fuera poco, algunos arguyen que Beatriz Enríquez era prima de Torquemada, por vía paterna, aludiendo que su padre era Pedro Torquemada.

Igualmente, para el descubrimiento, fue necesario el apoyo inicial de banqueros y líderes religiosos judíos, como Don Isaac Abrabanel y Abraham Senior, que, aunque no tuvieron éxito, creyeron en esto. O, de judeo-conversos, tales como: Luis de Santángel y Gabriel Sánchez, que fueron figuras claves en la financiación de la primera instancia de la modesta; pero, tan importante campaña descubridora, que además transformó al mundo tal y como se conocía. Además, Colón dijo ser siervo del mismo Señor de David. Y, soñó en “liberar” la Tierra Santa -Jerusalén- de los musulmanes, una idea común en la época, para acelerar la llegada del tan añorado Mesías.

Así como el Mesías será judío para los judíos y fue judío para los primeros cristianos, también judíos; y no palestino como el discurso de la agenda “woke” lo impulsa y promueve. Cristóbal Colón, también era hijo del pueblo de Israel.

@rosenthaaldavid

2 thoughts on “Colón “el judío””
  1. En España esta noticia ha tenido una amplia difusión. Sin embargo, la mayoría ha puesto muy en duda las conclusiones o interpretaciones del científico español responsable de la noticia, al menos en las televisiones y diarios más importantes, desconozco los de la derecha y ultraderecha. A partir del ADN de una persona individual poco o nada se puede conocer sobre sus ancestros, esta parte del ADN es un galimatías sobre todo en países como España, con una mezcla de razas, etnias, religiones, etc. y de invasiones e inmigrantes europeos, africanos y semitas.

    Aunque son los medios de izquierdas o demócratas los que han puesto en duda este descubrimiento científico, no es por ser woke, lo que ocurre es que, por muy extraño que parezca, a la derecha y ultraderecha española ahora le resulta positivo que Colón sea un judío español, o que al menos sea español, y, como hacen con tantas otras noticias, les importa poco que sea cierto o no. Debe ser, aunque nadie lo ha verificado, por las nuevas tendencias de estas ideologías políticas por unificar sus creencias en todo el mundo, no solo en España, les da igual la raza o religión de sus nuevos correligionarios extranjeros siempre que sean de derechas o religiosos, o, por ejemplo, también les ha dado por apoyar a Israel contra los terroristas palestinos y de los demás grupos terroristas yihadistas y países fundamentalistas.

    A pesar del tradicional antisemitismo español fomentado por la derechona, los fascistas y la Iglesia Católica Española, a partir de los pactos militares con Estados Unidos en 1953, o desde la incorporación de España al bloque occidental durante la Guerra Fría, convirtió a los fascistas españoles en aliados de Israel, aunque el antisemitismo se mantuvo muy presente durante toda la dictadura fascista en España. Antes de la firma de los pactos, los fascistas y nazis españoles se hicieron muy amigos de los países árabes, aprovechando sus ideologías antisemitas compartidas y la necesidad de petróleo. Franco incluso envió falangistas, armas y aviones de combate y bombarderos nazis vendidos por la Alemania de Hitler para ayudar a los países árabes durante la Guerra de Independencia de Israel de 1948 a 1953. En 2014, durante la guerra de Gaza de ese año, el tradicional partido fascista Falange, junto con otros partidos fascistas y neonazis españoles, organizó una protesta frente a la embajada de Israel, con pancartas, consignas y declaraciones oficiales que apenas se distinguen de las que suelen verse entre los comunistas españoles, que son los manifestantes más ruidosos contra Israel y actualmente causan la mayoría de los incidentes antisemitas en España.

    En el caso de los más perturbados fascistas y nazis americanos, o allí se estila más el racismo propio de Estados Unidos por el que los blancos están sobre todos los demás americanos, actualmente están en auge los disparates de los denominados QAnon, entre los que se ha expandido una teoría adaptada de los fascistas y nazis europeos, la denominada teoría de «el gran reemplazo«, según la cual los judíos, o para los más sutiles son las «élites», estarían fomentando una agenda de políticas progresistas o demócratas, como el aborto o los matrimonios homosexuales o las leyes laxas para los inmigrantes, con la que quieren exterminar a la raza blanca americana, o europea que es lo mismo ya que en América no había nada blanco antes de la llegada de los primeros europeos. Por ejemplo, muchos perturbados americanos de los QAnon están convencidos de otra teoría que fomentan sobre que las «élites» son pederastas que abusan de niños americanos que secuestran y mantienen encerrados en pizzerias, así es como alguno decidió disparar a una pizzeria para salvar a los niños que creen estaban secuestrados en el sótano, aunque luego la pizzeria no tenía ni sótano… al menos por ahora estos perturbados anti-pizzas tienen la gran suerte de que ningún cliente tenía una pistola para responderles ni nadie ha resultado herido por sus disparos. Naturalmente, los fascistas y nazis europeos, y los españoles, son otros que creen en lo mismo y que harían lo mismo si los dejasen.

  2. Entre las otras ideologías o grupos distintos a estos fascistas y nazis, donde se encuentran grupos de muy distintos pelajes, están algunos negros americanos o afroamericanos como por ejemplo el rapero Kanye West, que recientemente fue noticia por sus polémicas declaraciones antisemitas, con una ideología muy particular de los afroamericanos donde se encuentran incluso un subtipo de una especie de nazis o supremacistas negros que se creen superiores a los blancos, o los que siguen una disparatada creencia religiosa sobre que son los verdaderos judíos con origen en África, no pocos de estos últimos creen que los judíos no son judíos como ellos. Así es como no es tan difícil ver a negros votando al partido republicano o al mismo Trump, o se vieron a neonazis y racistas americanos apoyando a Kanye West por sus declaraciones antisemitas, o quizás porque les interesa que haya más nazis y racistas de otras razas para que las razas no se mezclen, una cosa contra la que actualmente le han cogido mucha inquina.

    Otro caso de subgrupos con variopintos pelajes se encuentra en los republicanos americanos, que suelen estar muy influenciados por sus líderes religiosos protestantes, como los cristianos evangélicos, a los que ahora les ha dado por apoyar a los judíos y a Israel, pidiendo “mano dura” contra los moros, algunos incluso imitan a los judíos hasta en muchas de sus costumbres religiosas y en las redes sociales apenas se les puede distinguir de los judíos religiosos más de derechas, mientras que otros evangélicos son muy antisemitas, siguiendo la tradición que fue más común hasta no hace muchos años, como es el caso de los protestantes que seguían a John Stott, un sacerdote anglicano muy influyente en todo el mundillo cristiano evangélico. John Stott fue un firme opositor al sionismo, del que dijo: «El sionismo político y el sionismo cristiano son anatema para la fe cristiana… El verdadero Israel de hoy no son judíos ni israelíes, sino creyentes en el Mesías, aunque sean gentiles…».  Aunque más que nada solo se refiere al asunto religioso, por contra, el sionismo cristiano es un movimiento surgido en el seno del cristianismo principalmente evangélico que apoya la idea de un hogar nacional para los judíos desde antes de 1948. Algunos cristianos sionistas creen que el regreso de los judíos a la Tierra de Israel es un prerrequisito para la segunda venida de Jesucristo. Aunque existen muchas interpretaciones de esta pintoresca profecía o disparate cristiano, la idea central es habitual entre los protestantes, desde los tiempos de la reforma los cristianos han apoyado activamente el regreso de los judíos a la Tierra de Israel, junto con la idea de que los judíos deben de convertirse al cristianismo para dar cumplimiento a la profecía bíblica, o al menos creen que cuando venga Jesucristo, por segunda vez, solo se salvarán los cristianos evangélicos y los judíos que se conviertan al cristianismo evangélico. No es que sea mejor opción para los judíos, pero sí que les viene bien por el apoyo político y militar a Israel.

    Ahora también les siguen la corriente la derechona española, aunque solo en lo de apoyar a Israel porque para lo demás los evangélicos son bichos raros para los católicos españolas, y, sorprendentemente, también les siguen la corriente la mayoría de las ultraderechistas “estándar” españoles, como las del nuevo partido fascista Vox, copiando a sus camaradas de los nuevos partidos ultraderechistas europeos, Otro motivo para apoyar a estas sectas evangélicas, o a algunas de ellas que son más que perturbadas, es que quizás a los partidos de la derechona y fascistas españolas las viene muy bien tener a su lado a unas sectas especialmente manipuladoras y que no dudan en utilizar los peores métodos sectarios, incluso la violencia, al igual que está ocurriendo por ejemplo en Brasil, donde los fascistas de Bolsonaro consiguieron hacerse con el poder gracias a contar con las manipulaciones y la violencia que practican las sectas cristianas evangélicas brasileñas y las mafias criminales asociadas a estos evangélicos.

    Estos evangélicos fomentan vehementemente la teoría de Colón judío, empleando lo que más bien parecen artimañas manipuladoras para convencer de que están en lo cierto.

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