Tal Caller, una estudiante de medicina de la Universidad de Tel Aviv (TAU), lideró un estudio a través del cual se identificó un mecanismo que promueve el crecimiento de tumores cancerosos en personas con enfermedades cardíacas.
Los científicos que formaron parte de la investigación, supervisados por Jonathan Leor, encontraron que existen partículas microscópicas, llamadas pequeñas vesículas extracelulares (sEVs), que escapan del corazón mientras se cura de un infarto de miocardio (ataque cardíaco).
Las partículas viajan a través del torrente sanguíneo y alimentan tumores cancerosos en otras partes del cuerpo. A partir de este hallazgo, los científicos israelíes plantearon que la spironolactona, un fármaco comúnmente utilizado para tratar enfermedades cardíacas, podría reducir o detener la capacidad de las sEVs de promover el cáncer.