Camino a la derrota: el Estado Islámico destruye la mezquita que era su símbolo

Abu Bakr al Bagdadi en la mezquita Al Nuri Foto Youtube

El Estado Islámico destruyó la mezquita Al Nuri, donde el líder de ese grupo terrorista, Abu Bakr al Bagdadi, proclamó el «califato» el 29 de junio de 2014, situada en el oeste de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, cuando las fuerzas iraquíes se encontraban a decenas de metros de distancia.

Los combatientes del Estado Islámico (EI) pusieron explosivos en el templo, del siglo XII, en su huida, dijeron portavoces de las Fuerzas Armadas en un comunicado.

El comandante de las Operaciones Conjuntas, general Abdelamir Yarala, calificó la detonación de la mezquita como «otro crimen histórico», según un comunicado oficial.

Horas antes, las fuerzas iraquíes habían anunciado que se disponían a irrumpir «en las próximas horas» en la mezquita, destacada por su minarete inclinado, conocido como Al Hadba, «el jorobado».

El comandante de las Fuerzas Antiterroristas Sami Kadem al Ardi, dijo que tras «violentos combates» sus unidades estaban «a decenas de metros» del acceso de la mezquita de Al Nuri.

En un mensaje distribuido por la agencia Amaq, órgano de propaganda vinculado a los jihadistas, el Estado Islámico acusó a la coalición internacional de destruir la mezquita en un bombardeo.

Los militares iraquíes difundieron un vídeo, grabado desde un blindado, en el que se ve la mezquita en el instante que se detonan los explosivos y que destruyeron el edificio y su famoso minarete.

La mezquita de Al Nuri, construida en 1172 por el gobernante Nur al Din, de la dinastía de los zanguíes, era el mayor símbolo de la ciudad de Mosul.

Era conocida en Irak y en los países vecinos por el minarete, de unos 45 metros de altura y forma cilíndrica, con una inclinación de varios grados, similar a la torre de Pisa, construido en ladrillo con motivos geométricos.

Mezquita Al Nuri Foto: Faisal Jeber Wikipedia CC BY-SA 4.0
Mezquita Al Nuri Foto: Faisal Jeber Wikipedia CC BY-SA 4.0

La Unesco firmó en 2012 un acuerdo con las autoridades iraquíes para restaurar el minarete y evitar el peligro de derrumbe, pero el proyecto fue abandonado dos años después cuando el Estado Islámico conquistó la ciudad.

La mezquita fue desmontada y restaurada en 1942, dentro de un proyecto de restauración del Ministerio de Antigüedades, pero el minarete se mantuvo intacto, a pesar de su inclinación, de la que se tiene noticia desde el siglo XIV, según registros citados por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Según el comandante iraquí Al Ardi, sus hombres irrumpieron en varios callejones del barrio de Al Faruq, que se emplaza en el casco antiguo de la ciudad -la última zona que queda por liberar de Mosul- y recuperaron el control de más de la mitad de su calle homónima, que empieza en el eje noroeste de esta vetusta área.

El comandante adujo que han recuperado la iglesia Al Seaa, considerada como una de las más antiguas de la zona.

Por su parte, el jefe de seguridad de la provincia de Nínive -cuya capital es Mosul-, Mohamed al Bayati, dijo que las defensas del Estado Islámico «han colapsado» durante los combates en el cuarto día de la fase final de la ofensiva.

«Probablemente, los combates se terminarán en menos de una semana, a pesar de su complejidad y la ferocidad de sus combates», señaló.

Los principales «obstáculos» para la liberación son, según Al Bayati, «las minas en los callejones, las carreteras cerradas por el Estado Islámico y la afluencia de civiles».

Sobre los jihadistas, Al Bayati arguyó que el Estado Islámico está ahora matando a sus miembros heridos, pues no son capaces de darles tratamiento médico por falta de recursos sanitarios, dado que las fuerzas iraquíes han tomado el control de la mayoría de los centros médicos.

Asimismo, dijo que han convertido los centros de comunicación en mezquitas improvisadas, ya que tienen «miedo» a ser objetivos de bombardeos aéreos.

Los sótanos de los edificios del casco antiguo se encuentran, añadió Al Bayati, «repletos de cadáveres», y contó que los jihadistas han obligado a sus acólitos a que no se afeiten porque hay muchos que lo hacen para escaparse.

Las zonas de Al Faruq, Al Seaa, Jazrach y Bab al Baid, todas en el casco antiguo, son los lugares que los jihadistas están abandonando para dirigirse al distrito de Al Maidan, una zona muy complicada para los combates por los diversos túneles subterráneos.

Por otro lado, el comandante de la Policía Federal, Raid Shaker Yaudat, indicó en un comunicado que sus hombres han conseguido recuperar el control de más del 40 por ciento de Bab al Baid y en sus avances, han logrado cercar la mezquita de Al Hamadín.

Al Yaudat aseguró que ha enviado refuerzos para tomar el control de «objetivos vitales» en la zona, que son las mezquitas e iglesias.

Asimismo, apuntó que el cuerpo policial mató a decenas de jihadistas, entre ellos, varios suicidas, aunque no especificó una cifra.

La comandancia policial ha lanzado una nueva brigada, llamada de Combate Nocturno, con el fin de entrar en los pequeños barrios que se ubican en el casco histórico para romper las últimas líneas defensivas de los extremistas.

Además, para liberar cuanto antes la zona de Al Seryijana, el considerado centro de comandancia del Estado Islámico en esa área.

También, añadió, se abrieron corredores seguros para evacuar a los civiles desde las zonas de combate hasta los campos de desplazados en el sur de Mosul.

Gracias a los drones, la policía apostilló que mataron a tres francotiradores extranjeros, que se situaban encima de los edificios en la zona de Jazrach, en el centro de la urbe iraquí, y derribaron un dron del Estado Islámico que llevaba pequeños artefactos explosivos.

Por otra parte, Yabar al Mohamadaui, un comandante de la División XVI del Ejército, que sus tropas han irrumpido en partes de la zona de Al Moshahada, en el casco antiguo.

Agregó que mataron a más de doce hombres armados del Estado Islámico, entre ellos varios suicidas, y evacuaron a más de 400 civiles que estaban atrapados en esa área y que fueron trasladados fuera de la zona histórica.

El portavoz de la Comandancia de Operaciones Conjuntas, Yehia Rasul, adujo que las fuerzas iraquíes ya han evacuado a más de 2.300 civiles del barrio de Al Shefaa, el único que queda por liberar fuera del casco antiguo, y también en el oeste del casco antiguo.

Los extremistas están acorralados por las fuerzas iraquíes en las últimas calles que ocupan en el que fue su principal feudo en Irak, después de que el pasado lunes se anunciase la fase final de la ofensiva. EFE

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