Calma chicha en Leópolis

19 marzo, 2022 , ,

Ricardo Angoso

Su patrimonio milenario no está a salvo y miles de civiles están huyendo a causa de las bombas. La calma chicha reina en la ciudad, mientras resuenan las bombas en los alrededores.

Leópolis, o Lviv para los ucranianos, fue una de las grandes capitales cosmopolitas y multiétnicas de la Ucrania de antes de la Segunda Guerra Mundial. En los años treinta, la ciudad contaba con una población judía que superaba al 30% del censo y otro 50% eran polacos, pero también tenía en su haber las importantes minorías rusa y ucraniana. Pero, desgraciadamente, el ataque alemán a la Unión Soviética, en 1941, cambiaría todo para siempre. Los alemanes, nada más ocupar estos territorios, pondrían en marcha la “solución final” y tratarían a Ucrania como una colonia más en su vasto sistema colonial impuesto en la Europa rendida al nazismo.

En Leópolis, la mayoría de los 110.000 judíos fueron exterminados por los nazis y tras la contienda mundial, Ucrania volvió a pasar a manos soviéticas, evaporándose por casi medio siglo el anhelo de independencia de este pueblo, que no se consumaría hasta la implosión de la URSS, en 1991. Luego llegaría la cruda transición hacia la economía de mercado, el caos político, la corrupción rampante, la revolución del Euromaidán, el caos tras el mismo y la llegada a la presidencia del cómico de origen judío Volodímir  Zelenski, en uno de los países tradicionalmente más antisemitas de Europa. Todos estos acontecimientos los vivieron los ciudadanos de Leópolis como meros espectadores, de una forma tranquila y sin violencia, hasta que llegó el horror de esta guerra.

La guerra, como los bombardeos de 1942, llegó intempestivamente y sin aviso el pasado 24 de febrero de este año, despertando abruptamente a todos sus habitantes, que no podían creerse que Rusia estuviera invadiendo Ucrania nuevamente. Desde entonces, Leópolis, cuna del nacionalismo ucranio y antaño gran capital multiétnica del este de Ucrania, muy cerca de la frontera con Polonia, se ha convertido en una ratonera, donde llegan miles de personas de otras partes del país y se hacinan en las dos estaciones de trenes que tiene la ciudad.  Los ucranios parten hacia un futuro incierto y huyen, dejando atrás todo lo que tenían, de esta injusta guerra y agresión.

El sátrapa de Moscú, Vladimir Putin, había asegurado en repetidas ocasiones que no invadiría a Ucrania, país al que consideraba un “hermano”, y que nunca bombardearía poblaciones civiles, dos aseveraciones que ha incumplido con creces y que demuestra a las claras que el máximo líder del Kremlin es un mentiroso compulsivo sin escrúpulos. Los habitantes de Leópolis, muchos escondidos en sus casas o tratando de huir por cualquier medio hacia la cercana Polonia, ya saben cómo se las gasta Putin y saben que los rusos utilizarán todos los medios a su alcance para someterlos, incluyendo crímenes de guerra, utilización de armas prohibidas y aplicando la política de tierra arrasada, tal como antes lo hicieron en Chechenia y en Siria.

Mientras los rusos avanzan en todos los frentes, dada la desproporción humana y material entre ambos bandos, millones de ucranios solamente piensan en escapar de esta gran tragedia del siglo XXI en Europa. Leópolis está lejos de los frentes de batalla, pero todos saben que el objetivo final de Putin es arrasar Ucrania e imponer su brutal orden en este país y que no parará hasta conseguirlo, aunque sea al coste de reducir las ciudades ucranias a escombros.

Esta bella urbe, considerada la puerta de entrada a Ucrania desde el este de Europa, cuenta con bellas iglesias ortodoxas, templos católicos, sinagogas, teatros, una gran ópera, coquetas plazas, al más puro estilo centroeuropeo, y grandes y espaciosas avenidas que antes de esta guerra estaban atestadas por sus  pacíficos habitantes, ajenos, hasta hace dos semanas, de la infausta suerte que les esperaba. Pero Putin no respeta nada, ya han sonado las primeras bombas y la gente corre a los refugios presa del terror tras las señales de alarma en Leópolis. 

Los ucranios han sido condenados por el nuevo orden internacional que traza a sangre y fuego en sus mapas el presidente ruso, quien emulando los métodos de Hitler trata de “desnazificar” Ucrania y acabar con su gobierno de “drogadictos” y “neonazis”. Putin, hábil manipulador de la historia y brutal represor de su propio pueblo, pretendía hacer creer al mundo que su causa criminal era justa y estaba sustentada en supuestos principios morales y éticos, pero el mundo ya no lo cree y la realidad desnuda dejada por los bombardeos hablará por sí misma de los crímenes perpetrados, en una suerte de ejercicio de limpieza étnica a Ucrania. 

Los ucranios, sí, han sido condenados por un Occidente que contempla la matanza sin hacer nada de nada y una Rusia que emplea los medios más sofisticados para eliminarlos, pero la verdadera miseria moral y ética, la de los genocidas y los asesinos ya sin máscara, está en el otro lado, en el bando del ejército invasor y agresor, al que la condena de la historia le perseguirá eternamente. Abandonados a su suerte, atacados, bombardeados, fugitivos, muertos de frío y auténticos emuladores de los judíos errantes, los ucranios han sido abandonados por todos y atacados por una Rusia inmisericorde. Probablemente, Ucrania odiará a su “hermana” Rusia por muchos años y los rusos, para mayor gloria de su sempiterno y repulsivo dictador, se convertirán en los nuevos parias del siglo XXI. Qué desastre ha provocado este genocida sin escrúpulo, mientras reina la calma chicha en Leópolis.

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3 thoughts on “Calma chicha en Leópolis”
  1. “….Leópolis, cuna del nacionalismo ucranio y antaño gran capital multiétnica del este de Ucrania….“ escribe aqui Ricardo Angoso: multiétnica, sí, pero aquí fueron asesinados 100.000 judíos, con la complicidad del gobierno ucraniano. ¿Por qué no se dedica a otra cosa, señor Angoso? Usted miente demasiado para ser tomado en serio. Shalom

  2. «Calma chicha» perdón pero debe ser claro en los títulos. Aparte, los ucranianos colaboraron con los nazis. Pelearon contra Rusia y persiguieron a los judíos. Aparte, el artículo es altamente tendencioso y emite juicios sin que aún no se forma ningún tribunal internacional el cual será a la medida de EUA y la OTAN..Entre Angoso y González hacés medio periodista o escritor que sólo deja improperios contra lo que no llegan a entender.

  3. Y si condenaran a Ucrania como lo hacen con Polonia? A Polonia la hunden porque en ese territorio hubo Campos. Pero no había gobierno polaco sino que estaban los nazis. En Ucrania fue igual pero con la gran diferencia que fue el colaboracionismo ucraniano y la participación en la Shoá.

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