Bonjour Le Monde

Falsear la realidad se ha convertido en un juego macabro, y también parte del mainstream en la actualidad sociopolítica del planeta, en las calles, en las redes sociales, en las universidades y hasta en los parlamentos, incluyendo el consejo de seguridad de la ONU, y por supuesto, la asamblea general de ese organismo obsoleto, que juega con la verdad como si fuera una pila de abalorios multicolores.

No sin razón dijo el célebre político israelí Abba Eban en la ONU, “Si Argelia presentara una resolución declarando que la tierra es cuadrada tendría asegurados los votos de unos 40 países Árabes”

El mundo se ve inmerso en una huida hacia un abismo, en un tsunami de falacias adornadas con banderas y cánticos que incluyen lugares que muchos de los participantes ni siquiera saben señalar en el mapa, ni hablar del nombre del río y el mar al que se refieren vociferando proclamas desligadas de hechos y verdades inapelables.

Ahora la cuestión palestina es la carreta de turno, para sin pestañar, deslizarse por el barranco antisemita, antijudío, antisraelí, antisionista; que tanto beneficio les ha reportado en beneficio de la propaganda musulmana en todos los confines de la tierra.

Solo basta con echar un ojo a los desmanes en las más prestigiosas universidades americanas financiadas en gran medida por el mundo “benefactor” árabe y corroborar el flagrante reduccionismo ideológico de la llamada progresía de izquierda, y la ideología woke, que ya ni usan camuflaje anticolonial, o anticapitalismo salvaje y ni siquiera hacen mención de antisionismo. Solo vociferan antisemitismo amenazando con terminar con los judíos, sin rubor como si de una epidemia se tratase.

Está suficientemente claro que estos estudiantes serán los congresistas, y generadores de opinión del futuro en América. Esta es la peor noticia.

El deseo del grupo archi terrorista ISIS/DAESH de constituir un califato mundial, los atentados en París en la sala Bataclan, el atentado en Madrid-Atocha, el atentado en las Ramblas de Barcelona, el bombazo en la maratón de Boston o el ataque yihadista a la redacción de Charlie Hebdo: ¿Tienen relación con el conflicto en Medio Oriente?

¿No será que estamos ante una ola de ataques bien orquestados con financiación catarí, turca, iraní y de otros entes gubernamentales y sus asociados?, que apoyados por 1,6 billones de habitantes musulmanes del planeta tierra, intentan apoderarse de un conflicto local entre el estado soberano y democrático de Israel y el pueblo palestino (inventado por los países árabes después de la guerra del 48).

Actualmente, se agrega la amenaza latente de borrar a Israel del mapa de parte de la república Iraní, conducidas por los Ayatolas y la guardia revolucionaria, que acaban de ordenar últimamente un ataque con 300 misiles y drones sobre el territorio israelí, que por suerte fue repelido satisfactoriamente, aunque podría haber tenido las consecuencias de un inicio de guerra en Medio Oriente.

A nivel teórico estamos ante un conflicto entre los pueblos israelí y palestino, que pugnan por un mismo territorio.

En la realidad se trata de un conflicto entre un estado soberano perteneciente a un pueblo milenario con raíces históricas en esa tierra, ISRAEL, y un pueblo que nunca existió, con raíces egipcias y sauditas, que pugna por ser considerado un estado independiente sin territorios reales para su fundación, intentándolo por medio del terror, el vandalismo, la violación y la vejación como se vio sin tapujos ni medias verdades, en el ataque del grupo palestino terrorista de Hamás el 7 de octubre de 2023.

Estamos ante el surgimiento de la Yihad global, que no es más ni menos que una guerra santa que tiene como espacio todo el planeta; donde se busca combatir a los infieles es decir a todos los no musulmanes, hasta la conversión total de la humanidad al islam.

Esto no es un slogan. Es ideología sazonada con religiosidad como soporte ético y cobra protagonismo en las últimas décadas con las campañas de atentados, incluidos el 11-S a las torres gemelas en Nueva York y otros actos de violencia armada. Los propietarios de la única verdad, la yihadista, utilizan el método terrorista como arma fundamental en la propagación de las ideas de esa Yihad y la instauración de la sharia y el califato global, utilizando su caja de herramientas violentas con el fin de disuadir a los impíos de seguir apoyándose en la fe cristiana, judía, confuciana o shintoísta, con el único objeto de instaurar ese abominable califato y hacerse con el poder territorial y económico a nivel total.

El llamado mundo libre va dejando paso estúpidamente, y en parte apoyando, a una horda vandálica de asesinos sin escrúpulos que al grito de ALLA HU AKBAR, intentan desmantelar la libertad, la democracia, y la convivencia en el espacio tierra; Un lugar que parecía desenvolverse hacia un futuro en paz y desarrollo económico/cultural creativo después de la segunda guerra mundial, la que dejó millones de muertos en campos de batalla y en campos de exterminio orquestados por el nazismo de entonces.

Estamos sin duda ante un nuevo terrible intento de orden dictatorial y opresor, esta vez con tintes religiosos e ideológicos como cortina de humo, que podría llevar a engaño a los “progres” y buenistas internacionales.

“The writing is already written on the wall”

Shimon Edenburg