La brecha entre el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el líder del partido Yamina (Derecha), Naftalí Bennet, se amplía bajo el telón de fondo de la imposibilidad del primero en sumar el número “mágico” de 61 diputados para armar el gobierno y los consiguientes ataques del partido gobernante Likud contra este último.
En este contexto, durante una conferencia de prensa televisada en vivo, Bennett, acusó a Netanyahu de “mantener al país de rehén” y de estar dispuesto a someter a Israel a un ciclo eterno de elecciones.
“El pueblo de Israel necesita y quiere un gobierno estable”, expresó el líder de Yamina.
“Hay gente que precisa ganar su sustento y regresar de la licencia laboral, niños que necesitan volver a la escuela, ciudadanos que están enfermos de las peleas internas… Solo quieren un gobierno que trabaje para ellos”.
“Le dije a Netanyahu apenas [recibió el mandato para formar gobierno hace dos semanas] que tiene los votos de Yamina para formar un gobierno de derecha”.
“Sin embargo, Netanyahu ha perdido el tiempo y no ha sido capaz de ofrecer un compromiso razonable que permita al partido de derecha Nueva Esperanza [de Gideon Saar] sumarse al gobierno y permitir una coalición de derecha”, apuntó Bennett.
“Israel no puede ser rehén”, recalcó Bennett. “El país quiere un gobierno, pero Netanyahu prefiere otra elección. Y no permitiré que eso ocurra”.
Bennett aseguró que está a favor de que se forme una coalición de derecha; pero si Netanyahu no logra hacerlo, tratará de formar un gobierno de unidad, previsiblemente con el líder del partido Yesh Atid, Yair Lapid.
No obstante, advirtió que se unirá a un gobierno de unidad si se le permite mantener sus valores y principios ideológicos.
Bennett indicó que no sabe si esto último es posible, pero prometió que hará todo lo posible para que Israel no vaya por quinta vez a elecciones en un poco más de dos años