El primer ministro Naftali Bennett avisó que algunos de los refugiados de Ucrania y judíos que huyen de la invasión rusa en dicho país residan hasta que la situación se tranquilice. No son todos porque el mensaje fue para los que no son elegibles de obtener ciudadanía, pero que cuentan con familiares en Israel.
Al respecto, el político dijo: “Muchos judíos quieren venir a nosotros desde las zonas de guerra y el pueblo de Israel los abrazará. Al mismo tiempo, Israel acepta a los ucranianos que huyen de la zona de peligro y que tienen familiares en el país. Permitiremos que se queden aquí el mayor tiempo posible, hasta que pase la tormenta”.
Y amplió en su concepto: “Estamos involucrados en un gran esfuerzo humanitario y también en un esfuerzo diplomático para acercar [Ucrania y Rusia], junto con otros países”.
Recientemente, se produjeron críticas a la política de refugiados del gobierno, tanto dentro como fuera de este. En particular por los límites en el número total de personas que no son elegibles para la ciudadanía a los que se les deja entrar a territorio israelí, así como su trato.