En medio de la escalada de las tensiones diplomáticas con Jordania por los recientes enfrentamientos en el Monte del Templo de Jerusalén, el primer ministro Naftali Bennett dijo el lunes que Israel “ve con seriedad” los comentarios que lo culpan por la violencia.
Bennett habló después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel acusara directamente a Jordania de “apoyar a aquellos que recurren a la violencia”.
En alusión a los comentarios hechos más temprano ese día por el primer ministro de Jordania, Bennett arremetió contra “aquellos que alientan el lanzamiento de piedras y el uso de la violencia contra los ciudadanos israelíes”, lo que dijo que es inaceptable.
Bennett agregó que tales acciones son “un premio para quienes incitan”, entre ellos el grupo terrorista Hamas, que dijo que tiene como objetivo aumentar las tensiones en Jerusalén.
Bennett dijo que Israel continuará manteniendo la libertad para todas las religiones, con fuerzas de seguridad para continuar brindando seguridad a los ciudadanos israelíes.
Si bien la declaración de Bennett no nombró específicamente a Jordania, las relaciones entre Amán y Jerusalén parecieron deteriorarse rápidamente en los últimos días, luego de violentos enfrentamientos entre la policía israelí y los palestinos en el lugar sagrado.
El lunes temprano, el primer ministro jordano, Bisher Khasawneh, elogió a los manifestantes palestinos y usó un lenguaje inusualmente hostil para condenar a los “simpatizantes sionistas” y lo que llamó el “gobierno de ocupación” de Israel.
“Saludo a todos los palestinos y a todos los empleados del Waqf islámico jordano, que orgullosamente se alzan como minaretes, arrojando sus piedras en una andanada de arcilla a los simpatizantes sionistas que profanan la mezquita de Al-Aqsa bajo la protección del gobierno de ocupación israelí”, Khasawneh dijo en una sesión del parlamento jordano.