Benjamín Disraeli - Foto: Wikipedia - Dominio Público

  Estoy preparado para lo peor, pero espero lo mejor

Benjamín Disraeli nacido el 21 de diciembre de 1804, abogado y escritor, primer ministro del Reino Unido, uno de los más relevantes personajes de la historia británica. Amigo personal de la Reina Victoria de Inglaterra, Napoleón III, nieto de Napoleón Bonaparte y de Nathan de Rothschild. Disraeli, no parecía apto para ocupar el cargo de mayor mando en todo el Reino Unido, pues tenía orígenes ajenos a los del pueblo inglés, así hubiese sido bautizado en el anglicanismo, toda su familia era judía. Además, así fuera considerado como un dandi, no era el típico dandi inglés, más si era una nueva clase de gentleman, que incluso podría decirse impuso el. Al principio atacado por un sinfín de cosas, es hoy considerado uno de los líderes más brillantes de Inglaterra y el primer ministro inglés con mayor importancia en el Siglo XIX. Nieto de Benjamín D´Israeli, bisnieto de Isaac Israelí e hijo de Isaac D’Israeli, familia de judíos sefardíes italianos, nacido en Cento, condado de Ferrara, Emilia Romana. Benjamín D’Israeli se mudó a Middlesex, Inglaterra, en 1748, cuando tenía recién 18 años, para desempeñarse como mercader, era todo un comerciante sefardí.

Según Benjamín Disraeli el íntimo amigo y consejero de la Reina Victoria, sus antepasados figuran en los archivos del Gueto de Véneto, un tío abuelo habría sido un banquero veneciano, amigo y socio de Sir Horace Mann, importante diplomático británico que había servido para el Reino del Duque de Toscana a nombre del Reino Unido. Aunque un cronista dice que no es posible que hubiera tenido un tío banquero pues sus tías estudiaron en el colegio del gueto. Lo que sí está claro es que la familia Israelí o D’Israeli, era una familia de renombre y de gran antigüedad de la comunidad judía de Ferrara. El abuelo del Primer Ministro, Benjamín, era poco observante, con creencias liberales sobre el judaísmo, doctrina filosófica que traspasó a su hijo Isaac y a su nieto del mismo nombre. Benjamín, se casó con Sarah Siprut de Gabay Villareal, su tío fue Simón Calimani, el Rabino principal de Venecia. Con ella tuvo a Isaac, nacido en 1766, padre del personaje de la política mundial del siglo XVIII. Antes Benjamín había desposado a Rebecca Méndez Furtado, con la cual tuvo a Rachel, tía abuela del Premier británico y Rebecca, que murió pronto, también de familia sefardí portuguesa.

Las cosas indican que la familia provenía de la región del Levante, en el oriente medio, y emigraron a Europa buscando mayores oportunidades y buscando más seguridad para quienes se llamaban “Israelí”, quienes a su vez venían de Isaac Israelí ben Joseph de Toledo, quien fue astrónomo y cabalista. Otro memorable ancestro es Isaac Israelí ben Solomon de Kairouan, actual Túnez y su esposa, Eurichetta Rossi, venia de Min-Haadumin, nombre el cual italianizaron por “Dei Rossi”, una muy antigua familia hebrea que descendía de los judíos capturados en la era de Tito y Vespasiano de cuando destruyeron los romanos el Templo de Salomón. Un importante miembro de esta familia fue Azariah ben Moses Dei Rossi, físico y escolar, nacido en Mantua, experto en la literatura hebrea, griega y romana y también estudioso de las culturas, arqueología, mitología e historia.

Moses Chaim Montefiore abuelo de Sir Moisés Montefiore emigró a Inglaterra en la misma época que el abuelo del Lord de Beaconsfield (Benjamín Disraeli). Era una época de descubrimiento y esto es tal vez lo que osaron estos emigrantes a buscar en esta interesante nación que estaba en una época de tránsito hacia el desarrollo industrial de mayor importancia. Como también, el desarrollo de las ciencias, artes, letras y de la política misma que, como es bien sabido, la I Revolución Industrial permitió estos grandes cambios sociales que transformarían al mundo entero.

Ahora bien, Benjamín Disraeli, no siempre fue exitoso ni famoso, tuvo importantes pérdidas a lo largo de su vida, sin exceptuar que nunca se rindió, y es esto lo que en realidad valió para su inscripción en la historia moderna occidental. Benjamín, intentó ser corredor de bolsa o al menos inversionista, sin embargo perdió todo lo invertido muy temprano en Londres, cosa que naturalmente lo alejaría de las finanzas, al menos a este nivel.

También tránsitó por el camino de los medios fundando un periódico, iniciativa que tampoco pudo ver en el auge del éxito, pues fue un fracaso. Pues es así, que intentó encaminarse rumbo a la política. El Parlamento británico, lugar originario de la democracia liberal, lugar solemne, donde Lores y caballeros de importante procedencia y de ilustres pensamientos se reunían para decidir el devenir de la sociedad inglesa, no era un lugar fácil de entrar y mucho de menos de convencer.

Benjamín perdió en cinco periodos consecutivos su puesto en la Cámara de los Comunes. Sin embargo, nunca se rindió. Logró entrar al parlamento con la ayuda de un político de renombre, Sir Robert Piel, dos veces Primer Ministro, de ideas liberales sin embargo líder conservador, hijo de uno de los textileros más ricos de Inglaterra, fue el quien otorgó a los judíos derechos civiles en el Reino Unido. Benjamín entró a ser un nuevo parlamentario por el partido conservador (Tori en Inglaterra). En 1837 dio su primer discurso ante la plenaria del parlamento, fue un discurso extravagante, innovador y reformista, muy mal tomado por parte de sus colegas. Como cualquiera de los otros grandes hombres, se burlaron de él y fue de entrada rechazado y juzgado.

Dijo Disraeli, “Cuando necesito leer un libro, lo escribo”. fue un gran escritor, al igual que su padre, entre sus obras se encuentran Vivian Grey, Lothair, Coningsby y Sybil. En política se mostró muy de pensamiento conservador, incluso estaba en el ala derecha del partido, donde encabezó una revuelta en contra del “librecambismo” que su ex socio político, Robert Peel había consolidado, aboliendo una ley que era de beneficio para los terratenientes, los mismos que habían ayudado a Disraeli a entrar al partido. Pero esta hazaña no funcionó, fue otro de sus fracasos, logró debilitar al partido conservador, dejando al partido liberal (Whig en Inglaterra) hacerse con la mayoría en el Parlamento. Lo curioso es que Benjamín logró hacerse nombrar líder de los conservadores para 1848, donde tampoco tuvo notables éxitos.

No fue hasta que su entrañable amiga, su Majestad la reina Victoria I de Inglaterra, en el año de 1867 lo nombraría Ministro de Hacienda, lugar que correspondía al interés más relevante para los conservadores: la tierra. Disraeli hizo una gran reforma ese mismo año, otorgó el voto a la clase trabajadora que estaba excluida en gran parte de la política. El proyecto político que hizo Lord Beaconsfield, dentro del partido conservador, conocido por ser el de los “aristócratas” grandes propietarios de la tierra se llamó: “Democracia Tory” que tenía como interés alinear la monarquía y la aristocracia con la clase trabajadora inglesa. Prácticamente la estrategia fue afianzar un sentimiento nacional dentro del pueblo. Ya para la época Disraeli era un político muy considerado en la alta esfera británica y por el pueblo. Como es bien sabido en la política siempre habrá rivales, es así como se explica su rivalidad con el también primer ministro, William Gladstone, líder del partido liberal, respectivo contendor político.

Todo el final del Siglo XIX estuvo marcado por los enfrentamientos entre Disraeli y Gladstone. Las ideas conservadoras contra las liberales. Sin embargo, Disraeli gozaba de una prodigiosa oratoria, siendo considerado el mejor orador del Parlamento. Disraeli fue nombrado Primer Ministro entre 1874 y 1880, estando en medio de los dos periodos de Gladstone, a quien también la Reina Victoria I detestaba. Benjamín es considerado por importantes logros políticos y ahora históricos para Inglaterra. La compra de las acciones del Canal de Suez, que fueron financiadas por su amigo el también brillante personaje judío inglés, Lord Nathan Rothschild. Otro evento memorable es la consagración de la Reina Victoria I de Inglaterra en I Emperatriz de la India. La anexión de las islas Fidji para la Corona Británica, las guerras coloniales en Sudáfrica y Afganistán, fue lo más agresivo en política internacional y expansionista.

Dentro de la carrera imperialista que Disraeli dirigió, detuvo el expansionismo ruso, apoyando al Imperio Turco Otomano, el cual luego pagaría este favor entregando la isla de Chipre a Inglaterra.  Y, gracias a esto la Reina Victoria I, le concede a Disraeli, el condado de Beaconsfield, lo cual lo llevara a ser el Conde de Beaconsfield.

Su relación con la Reina Victoria llenó su vida, así como el poder que tuvo. La vida en sociedad, los discursos y los buenos gustos. Las amistades y las rivalidades, y su gran serenidad, resiliencia y optimismo. De hecho se le juzgó mucho por ser judío, por su bautizo en la iglesia anglicana y por sus orígenes italianos incluso y el de la manera más brillante dijo que, “Los judíos son el pueblo elegido de Dios; su historia, cultura y religión son mucho más antiguas que las de los pueblos europeos, y además, los judíos llevan en la sangre la sabiduría oriental”, y dijo “Si, yo soy judío, y cuando los ancestros de mis respetables oponentes eran salvajes que vivían en una desconocida isla, mis ancestros eran sacerdotes en el templo de Salomón”. Sin embargo, para él, el ser judío y ser inglés era inigualable por otra ascendencia, debido a la importancia y los méritos de los dos pueblos y quizá por su gran orgullo.

Benjamín en cuestión de amor, solo estuvo involucrado formalmente con Mary Ann Whyndham, años mayor que él, dama de la sociedad inglesa, mujer acaudalada, refinada e inteligente. A los 33 años se casó con ella, le llamó la “mujer perfecta”, pues le ayudó en su carrera política, así como la de escritor. Con el gran problema de que Mary Ann falleció por una grave enfermedad luego de haber convivido durante años y dejándolo solo. Benjamín no volvió a casarse, pero si, tuvo relaciones con otras damas de sociedad conocidas, Lady Bradford y Lady Chesterfield que, sin embargo, no fueron algo formal. Benjamín no tuvo hijos y dijo que “Todos hemos nacido para el amor… Es el principio de nuestra existencia, como también es el fin”.

Finalmente, luego de una maravillosa vida, rodeada de poder, exquisitez, historia y plenitud, Disraeli, muere en Londres, la ciudad que lo vio crecer, gobernar y lograrlo todo. Un fiel servidor de la Corona y de los ingleses, definitivamente. El 19 de abril de 1881 fallece el Lord de Beaconsfield de bronquitis a la edad de 76 años en su grandiosa mansión victoriana de ladrillo de Hughenden Manor en Buckinghamshire, el condado que también albergaba la mansión de su amigo Nathan Rothschild, tras perder las elecciones de 1880, en contra de su adversario Gladstone, que ocuparía el cargo de Primer Ministro por segunda vez del total de cuatro que lo ostentó.

Cuando murió Benjamín, la reina Victoria no se encontraba en Londres, pero pronto regresó y dicen que quedó por segunda vez viuda. Al ver la tumba del grandioso hombre, ordenó imponerle una estatua con el siguiente grabado: “A la querida y honrada memoria de Benjamín, conde de Beaconsfield, está dedicado este monumento por su agradecida soberana y amiga Victoria R.I.” junto con estas citas sagradas “Los reyes aman a quien habla con aciertoפ (Salmo XVI, 13). [Proverbios XVI, 13: “Los labios justos complacen a los reyes; éstos aman al que habla con rectitud”.

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