Beatie Deutsch es una corredora de maratón estadounidense-israelí, ganadora de la Maratón de Tiberíades y de Jerusalén, como otros campeonatos nacionales israelíes, tuvo que abandonar su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 porque su carrera se llevó a cabo en Shabat.
Ahora, ya cerca de los Juegos Olímpicos de París, los deportistas religiosos se enfrentarán a las duras reglas de Francia, que si bien no rige sobre los atletas internacionales, prohíbe usar símbolos religiosos en las competiciones.
Sobre esto, Deutsch expresó que “la mayoría de las personas verían los deportes y la religión como algo muy separado, pero yo veo una gran superposición. Todo lo que tenemos es un regalo de Dios. Él es quien me ha dado esta fuerza”. Y agregó que “le encantaría que los organismos rectores del deporte hicieran más para acomodar la religión”.
Una serie de lesiones no le permitirán a la atleta israelí competir en París, pero ya comenzó a prepararse para el Campeonato Mundial y los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles.
Otro caso emblemático es el de Marwa Bouzayani, una atleta tunecina musulmana que habitualmente corre con hijab, y que, en sus propias palabras “ha enfrentado muchos desafíos, ya sea al reconciliar las obligaciones religiosas con las demandas del entrenamiento o al confrontar estereotipos y prejuicios, pero cada desafío que he enfrentado ha fortalecido mi determinación”.