Ella Rothschild

En estos días de invierno la Compañía de Danzas Batsheva, vuelve a poner en escena la obra “Summer Snow”, primera pieza creada por la coreógrafa y artista Ella Rothschild para la Compañía. La obra consiste en una serie de escenas surrealistas, a través de las cuales descubrimos la historia de un personaje entretejida en la historia de otros personajes. Todo ocurre en un almacén de emociones y objetos en el cual los personajes-bailarines, construyen una cosmovisión humana grotesca.  

Ella Rothschild, (1984) coreógrafa, artista multidisciplinar y bailarina, bailó en varias compañías incluso en Batsheva, bajo la dirección de Naharin. Desde 2006 colabora con varios artistas de diferentes disciplinas. Su trabajo combina danza, artes visuales y música. Durante su carrera creó varias piezas para grupos de todo el mundo. Se puede ver entre el 20 y el 23.12, en el Centro Suzanne Dellal.

Más datos en https://www.suzannedellal.org.il/

La pieza escénica “Summer Snow” es el primer capítulo de un complejo proyecto de arte creado por Ella Rothschild que incluirá tres productos artísticos: el trabajo de danza para el escenario que se está presentando, un interesante trabajo para un espacio digital en un sitio web que se lanzó el mes pasado y tal como se prometió, resultó una experiencia interactiva abierta al público. Este sitio web, segundo capítulo del proyecto, se tituló “On the Edge of Nowhere” (Al borde de la nada) es un sitio web a través del cual el visitante ingresa a un espacio denso y misterioso. Está relacionado a la pieza “Summer Snow” y el tercer capítulo será un cuaderno de dibujo.

En un encuentro con Ella Rothschild explicó que el trabajo se inunda de preguntas sobre la carga física y mental que construye nuestro mundo y estrecha nuestro paso: Cuáles son los objetos, los recuerdos, las aspiraciones, las decepciones que nos activan y a los que nos aferramos, como individuos y como grupo. Agregó “Los acontecimientos escénicos se cruzan entre sí, construyen y desmantelan el tejido de las relaciones, y van desde una rutina diaria hasta un desastre caótico. El espacio cerrado en el escenario está construido con estantes y crea un mundo abarrotado y claustrofóbico como una isla separada. Las estanterías, que alguna vez albergaron objetos de valor funcional y sentimental, son un recordatorio vacío, un recuerdo vago, de lo que fue y desaparecerá.”

Fotos: Chiquita Levov

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