El número de incidentes antisemitas denunciados oficialmente en Austria se ha quintuplicado desde el ataque del grupo terrorista Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, al subir su media diaria más del 400 %, desde 1,55 casos hasta los 8,31.
«Estamos ante una explosión sin precedentes de incidentes antisemitas», declaró Oskar Deutsch, presidente de la comunidad judía de Austria (IKG), con motivo de la publicación este miércoles del informe anual del Centro de Información sobre Antisemitismo.
Los datos de 2023 recopilados en el documento revelan que hay un antes y un después del 7 de octubre, cuando un ataque sin precedentes de Hamás asesinó a más de 1.200 personas en Israel.
Hasta ese momento el número mensual de incidentes antisemitas estuvo en 2023 en línea con la media a largo plazo o por debajo de ella. Incluso, en septiembre se registraron 24 casos, la tercera cifra más baja desde que se creó el citado centro para registrar las denuncias de afectados.
«Y luego vinieron los alarmantes meses de octubre a diciembre», con 200, 226 y 294 casos respectivamente, con lo cual la cifra de esos tres meses superó a la total de 2022 (719), indicó Deutsch, citado por la agencia local APA.
Ese aumento llevó el total del año pasado hasta 1.147, un nuevo récord que batió el anterior (965), registrado dos años antes, cuando la pandemia del coronavirus desató un auge de teorías conspirativas asociadas a mitos antisemitas.
Se estima además que el número real de casos es significativamente mayor, ya que los contabilizados son únicamente los incidentes denunciados al centro, que van desde mensajes de insultos y odio en las redes sociales hasta agresiones físicas.
Según el informe, el 34 % de los casos estaban motivados por una ideología de derechas, el 18 % por la izquierda y un 25 % por el islamismo.
En la lucha contra el antisemitismo, que aumenta en todo el mundo, «no hay ningún botón que se pueda apretar», admitió Deutsch, que señaló que muchos judíos ya no se atreven a llevar símbolos de su religión en los espacios públicos.
Agencias contribuyeron con este artículo de Aurora.
Entiendo que el pueblo judío tenga miedo a llevar símbolos que les identifican. No sé muy bien que habría que hacer, pero yo, desde España y no siendo judío, llevo una Kipá, que me compré en Jerusalén, por la calle en apoyo a Israel y al pueblo judío. A veces me insultan y me llaman genocida. Respondo que los genocidas son los que apoyan a HAMAS. No me cabe duda que estoy en el lado correcto apoyando a ese gran pueblo en estos momentos tan difíciles. Sigo rezando por los rehenes y sus familias para que pase pronto esta pesadilla que están viviendo. Por otra parte, cuando ves imagines de niños palestinos sufriendo, me enternece como no puede ser de otra forma pero no es Israel el culpable. El culpable es HAMAS y solo HAMAS. Esto debería entenderlo el mundo entero y perseguir junto a Israel acabar con HAMAS: Am Israel Jai.