Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 sobre el territorio israelí, el país enfrenta un recrudecimiento del conflicto regional, no solo en la Franja de Gaza, sino también con el aumento de ataques de cohetes desde el Líbano por parte de Hezbolá, y también ataques de drones y misiles desde Irán.
Si bien Israel cuenta con la Cúpula de Hierro, que tiene capacidad de interceptar los misiles en el aire antes de que impacten, los israelíes se están apresurando a construir refugios antibombas en sus hogares.
Los refugios antibombas son cuartos seguros hechos de concreto reforzado. Se estima que aproximadamente el 55% de los hogares israelíes aún no cuentan con estos refugios, debido al costo, la falta de espacio o la renuencia a construirlos.
Además, la necesidad de refugios es cada vez mayor, porque el avance de la tecnología hace que los refugios públicos ya no sean lo suficientemente seguros, porque en las áreas fronterizas los habitantes tienen entre 15 y 90 segundos para llegar a un refugio, cuando hace 50 años tenían hasta media hora.
Para fomentar la construcción de refugios, el Comando del Frente Interior ha reducido el tiempo de procesamiento de los permisos de construcción a 14 días, y ha gestionado unas 4.500 solicitudes en los últimos siete meses.