Ataques terroristas en Israel: Es hora de cambiar las reglas del juego

Foto: Magen David Adom

Por Udi Dekel

Excepto por una tendencia de inspiración e imitación, faltan pruebas de una conexión entre los ataques, en los que murieron 11 personas (cuatro en Beersheba, dos en Hadera y cinco en Bnei Brak). Dicho esto, se pueden señalar varias características comunes:

  • Todos los ataques se llevaron a cabo en el corazón de las principales ciudades de Israel, y está claro que los terroristas conocían los lugares de su actividad.
  • Parece que los ataques en Hadera y Bnei Brak fueron planeados de antemano. No fueron ataques espontáneos y se usaron armas para matar a la mayor cantidad de personas posible
  • Dos ataques fueron perpetrados por ciudadanos árabes de Israel (oriundos de Hura y Umm al-Fahm), afiliados al Estado Islámico, y el tercero por un palestino de la zona de Jenín, que residía ilegalmente en Israel. No está claro si pertenecía a las Brigadas de Mártires de al-Aqsa de Fatah o de Hamas.
  • No hubo advertencia previa en los tres atentados, lo que sugiere que estos ataques fueron llevados a cabo por organizaciones locales o que hay problemas con la cobertura de inteligencia de Israel.
  • Hamás y la Yihad Islámica celebraron y elogiaron los ataques, sin asumir responsabilidades.

Algunas ideas importantes:

  • Tras la Operación Guardián de las Murallas, Israel se enfrenta a un sistema terrorista que une las arenas del conflicto (Jerusalén, Cisjordania, Gaza e Israel) y conecta a los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza con los árabes israelíes. Por lo tanto, Israel debe actuar tanto como sea posible para construir una barrera entre las áreas y neutralizar los lazos entre ellas.
  • Hamas juega un “doble juego”: mientras trata de mantener una calma relativa en la Franja de Gaza, permite la transferencia de fondos desde Qatar, rehabilita la Franja y facilita el cierre de la frontera para permitir la salida de 20.000 trabajadores de Gaza para trabajar en Israel, incita y agita a Cisjordania, Jerusalén Este y a los árabes israelíes sin asumir la responsabilidad.
  • Detrás de estos ataques remotos está Salah al-Aruri, quien está a cargo del ala militar y las actividades de Hamas en Cisjordania, que opera desde el Líbano y Turquía. La semana pasada se reunió en Beirut con el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y con el ministro de Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, para coordinar actividades y aclarar que Hamas se concentra en defender la Mezquita de al-Aqsa y Jerusalén y trabajará para evitar cualquier acercamiento entre Israel y los países árabe o musulmanes. Israel, como mínimo, debería exigir a Ankara que impida que Hamás incite al terrorismo.

Esta es una oportunidad para que Israel cambie las reglas del juego y se centre en dos objetivos vitales nacionales: (1) intensificar la campaña para recolectar las armas ilegales en poder de los árabes israelíes, incluida una mayor aplicación y castigo para quienes portan armas ilegales; y (2) un cambio fundamental en las prioridades en la construcción de las fuerzas de seguridad, el fortalecimiento y el aumento de las fuerzas de seguridad interna, principalmente la policía y la guardia fronteriza, y el enfoque de la seguridad general en la lucha contra el terrorismo interno.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies

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