Nuevas exposiciones relacionadas con la realidad y a un año de la tragedia del 7.10. Mazliach en el Museo de Tel Aviv, Itamar Newman en Beit HaOmaim, y Zadok Ben David en Migdal David. Por Chiquita Levov texto y fotos.
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“After the Party”de Geva
Museo de Tel Aviv: “Decoraciones de guerra” y “No quiero olvidar”
El Museo de Arte de Tel Aviv señala la fecha del primer aniversario de los acontecimientos del 7 de octubre con dos muestras importantes. Una se titula “No quiero olvidar” con obras de artistas israelíes que son parte de la colección de Mareva y Arthur Essebag. La muestra captura la evolución de la memoria de los acontecimientos del 7 de octubre y busca el poder del arte en tiempos de crisis. La otra es la muestra de Tal Mazliach que se centra en una nueva serie de pinturas titulada “Decoraciones de guerra 23-24”. Utilizando su estilo familiar, colorido y compacto y un mundo de imágenes simbólicas y personales, logra describir sus desgarradoras experiencias cuando fue asediada durante más de 20 horas en su casa en el kibutz Kfar Aza, hasta que fue rescatada. Se exhiben hasta el mes de diciembre 2024. Más datos: www.tamuseum.org.il/en/
“No quiero olvidar” es la exposición que captura la evolución de la memoria de los trágicos acontecimientos, la conmoción, la devastación y el dolor . Todas las obras pertenecen a la colección de Mareva y Arthur Essebag, una estimada pareja de coleccionistas de arte de París que visitaron Israel para presenciar la apertura de la muestra. Motivados por un sentimiento de destino compartido, han elegido apoyar el arte israelí en estos trágicos tiempos de conflicto. La curadora es Marie Shek, asistida por Anat Peled. La exposición presenta obras de arte de 25 artistas israelíes, casi todas las cuales fueron creadas en respuesta a ese día devastador. Algunos artistas se involucran directamente con los testimonios y las imágenes desgarradoras grabadas en la conciencia colectiva, mientras que otros adoptan un enfoque más sutil del trauma. Algunos abordan el miedo y el terror, mientras que otros enfatizan la ternura y la conexión humana.
Los Essebag
Tal Mazliach creo la pinturas de la nueva serie “Decoraciones de guerra 23-24» tras los traumáticos acontecimientos que ella misma experimentó a partir del 7 de octubre de 2023. El curador es Amit Shemma. Nacida en el kibutz Kfar Aza, se crió y vivió en la frontera sur y ha estado lidiando durante más de 25 años con las complejidades del conflicto palestino-israelí y con la sombra de la amenaza existencial. El 7.10, cuando comenzaron los sonidos de las sirenas y los grupos de WhatsApp lanzaban advertencias incesantes, Mazliach se escondió en la habitación segura de su casa, que también le sirve de estudio. Asediada durante más de 20 horas, mientras escuchaba todo lo que sucedía afuera, finalmente fue rescatada y llevada a un lugar seguro por una unidad especial de las FDI.
Shemma y obra de Mazliach
Estos desgarradores acontecimientos se ven en el centro de la serie, que se desarrolló en las semanas y meses siguientes a ese día, cuando ella se refugió con la familia de su hermano también en la región sur. Decidió volver a trabajar, poniendo su fe en el poder curativo del acto de pintar. La falta de sus materiales típicos de pintura, con los que se la identifica (pintura al óleo y paneles de madera), la llevó a comprar lienzos y pinturas acrílicas disponibles en una tienda de artesanía local y a pintar inusualmente sobre lienzos pequeños.
Así, empezó a formar, con su estilo característico, composiciones coloridas y densas, llenando cada centímetro del lienzo con lo que sus ojos veían y su mente no podía soltar. Trabajó en capas y a través de una técnica única que desarrolló: pinceladas cortas y diminutas que crean ritmos repetitivos y parpadeantes. En ellos, incrusta palabras y frases que parecen servir como código de la obra para el espectador. Las figuras andróginas de la obra de Mazliach están profundamente arraigadas en su obra y están presentes en la exposición en casi todas las posiciones posibles.
“Dhamma” de Itamar Newman en la Casa de Artistas
En estos días se inauguró en la Casa de Artistas de Tel Aviv (Beit Haomanim) una exposición individual de Itamar Newman, artista multidisciplinario entrelazado en la historia de la cultura israelí en los campos del arte, el diseño, la música y el cine. Esta fascinante muestra se presenta tras muchos años de silencio, durante los cuales se dedicó a vivir en el espíritu del budismo. Itamar nos explica que el nombre de la exposición “Dhamma” proviene de la antigua lengua india pali, y su significado es aquello que preserva, que sostiene, que crea una estructura y da forma a algo. Se está presentando en los 2 grandes espacios de la Casa de Artistas e incluye una rica serie de obras de pintura, escultura y sonido, incluidos retratos realistas a gran escala de figuras en estado meditativo, que parecen asimilar sus acciones ante el espectador. El curador es Aryeh Berkowitz. Se puede visitar con entrada gratuita hasta el 19.10. En Alharizi 9. Más datos. https://artistshouse.org.il/
La primera serie de pinturas son retratos realistas de figuras en estado de meditación: sus profesores, alumnos y compañeros dibujados en grande con minuciosa precisión y con el poder de la atención y la paz. La segunda serie de 26 pinturas, “Caminando”, con la figura del monje que camina. Cada dibujo representa un paso, un movimiento ligero y mesurado. Esta su primera exposición tras años de silencio dirige una mirada, con las palmas abiertas y vacías, como declaración de resignación y humildad.
Itamar “Caminando”
La vida de Newman es un trayecto fascinante que pasa por muchas estaciones. Como artista multidisciplinario, entrelazado en la historia del cine, la música y el arte israelí hasta elegir vivir en el espíritu del budismo. Así también tomó forma la vida de Newman, quien aunque perdió la necesidad de presentar su obra, nunca dejó de crear. Tambien creó música con famosos artistas, diseñó marionetas en Nueva york, y el arte en varios filmes. Ilustró libros y portadas de discos. Tras estos éxitos, comenzó a investigar las enseñanzas de Buda, trasladó su residencia al asentamiento de Yavniel en la Galilea y fundó el “Centro Budista Newman, para la Práctica de la Meditación Vipassana», donde actualmente vive y crea.
Museo Torre de David “On the other side”
Campo floreciente
Zadok Ben-David, uno de los artistas israelíes de más éxito en el mundo está exponiendo su obra en una galería recién inaugurada del Museo Torre de David de Jerusalén. Bajo el nombre de “Al otro lado” comprende esculturas de hierro y una instalación de video. La exposición, distribuida por todo el renovado complejo del museo, tanto en la nueva galería de entrada como en el jardín arqueológico, integra obras específicas de sitio: algunas creadas especialmente para la Torre de David este año junto con obras que se han exhibido en el extranjero y se muestran en Israel por primera vez. La exploración de las contradicciones y las circunstancias cambiantes es el motivo central de la obra de toda la vida de Ben-David. Se expresa de diversas formas a través de imágenes fantásticas inspiradas en el mundo natural, metáforas del complejo espíritu del hombre. La curadora es Eilat Lieber, directora del museo. Más datos: https://www.tod.org.il/en/
Los acontecimientos actuales y el telón de fondo del desastre que azotó a Israel el 7.10 están presentes en esta exposición, lo que le otorga otra capa y una profundidad de significado que parece casi profética. Una de las obras es la representación panorámica de un campo floreciente que se extiende de horizonte a horizonte y que se destruye lentamente, hasta que todo lo que queda es tierra arrasada. Es una metáfora contemporánea del desastre de Israel del 7.10. Quizás no sea una coincidencia. Ben- David sirvió en la brigada de infantería Nahal en el Kibbutz Erez, a un kilómetro al norte de la Franja de Gaza, y desde los dieciséis años sintió afinidad por los paisajes agrícolas, los campos y los espacios abiertos.
Zadok Ben-David, que actualmente vive en Londres, comenta: “Tener una exposición en la Torre de David no es un desafío sencillo. Esto es nuevo para mí, nunca antes había trabajado en un espacio arqueológico”. Nos cuenta que fue a visitar Be’eri y Kfar Aza, y en el estacionamiento de Tekuma vio los restos de los autos. Pensó en una idea para una estatua conmemorativa pero llegó a la conclusión de que los coches deberían dejarse como están. Eilat Lieber, directora del Museo nos dice: “En el momento más difícil para la sociedad israelí, cuando se acerca el comienzo de un nuevo año, invitamos a nuestros visitantes a encontrar consuelo y esperanza en las hermosas obras de arte presentadas en esta exposición”.