Al inicio de la jornada del lunes, la Bolsa de Tel Aviv registró caídas significativas por segundo día consecutivo, con una disminución mayor al 2% de los índices más importantes.
Además, el shekel experimentó una depreciación que lo situó en su valor más bajo desde el último noviembre, cotizando a 3.83.
Las turbulencias de los mercados financieros de Israel se dan en el contexto de las amenazas de represalia de Irán y Hezbolá por los recientes asesinatos de líderes clave.
S&P Global, una agencia internacional de investigación financiera, emitió una advertencia por las posibles consecuencias económicas del clima de inestabilidad a nivel nacional, que tienen que ver con el impacto negativo en la calificación crediticia de Israel.
Además, resaltaron que cualquier ampliación del conflicto regional podría generar mayores gastos militares y civiles, así como afectar la confianza empresarial y del consumidor.
De continuar las tensiones, y teniendo en cuenta el escenario de una economía global desacelerada, los indicadores económicos del país podrían continuar en baja en los próximos trimestres.