El antisemitismo está “desenfrenado” 80 años después del Holocausto, según advirtió el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, en un mensaje emitido en el marco del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto.
En su declaración, Turk recordó la liberación de los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau hace ocho décadas. “Agotados, demacrados, aterrorizados y enfermos, esos 7.000 eran todo lo que quedaba de los 1,3 millones de hombres, mujeres y niños que habían sido deportados a Auschwitz”, destacó.
Turk subrayó que el Día de Conmemoración del Holocausto es una llamada de atención sobre los peligros de la indiferencia y la apatía, así como un recordatorio del deber de oponerse a la intolerancia. “Hoy en día, la retórica del odio resuena en gran parte del mundo. El antisemitismo está muy extendido, tanto en nuestras calles como en Internet. Los judíos sufren cada vez más intimidación, amenazas y violencia física”, alertó.
Asimismo, llamó a la comunidad internacional a defender la dignidad y los derechos humanos, y a combatir el antisemitismo, la intolerancia y el odio. “La discriminación y la deshumanización están ganando terreno a la solidaridad y la compasión; la diversidad es vista como una amenaza en lugar de algo que debe valorarse”, señaló.
Si bien Turk no mencionó a ningún líder en particular, su mensaje coincide con un contexto de crecientes ataques a la diversidad en algunos países, incluyendo decisiones políticas que afectan a las comunidades más vulnerables.
Por desgracia, en occidente no solo está el aumento antisemitismo, en gran parte culpa de la izquierda y de los inmigrantes musulmanes, aunque nunca faltan los tradicionales antisemitas de la derecha, ultraderecha y fascistas, pero a estos les ha dado ahora por apoyar a Israel, dándose una paradoja nunca vista hasta ahora. A los judíos los han cambiado o prefieren ahora cambiarlos por inmigrantes, comunistas, ateos, o cualquiera que no entre en su reducido espectro ideológico, como el eufemismo de las “élites” que se emplea en Estados Unidos por estos sectores, una gran parte cercanos al trumpismo, donde ahora los judíos no están incluidos, al menos si son militaristas, o tradicionalistas o religiosos, el resto dudo mucho que los incluyan, pero tampoco es fácil saberlo si toda su ideologis la basan en etiquetar a las personas, Son capaces de cualquier cosa con tal de justificar su disparate, para todo tienen una respuesta aprendida, eso sí no distinguen al “enemigo” por simple demostración o adivinación en el otro de particulares sentimientos o un psicoanálisis de trilero estafador, o , más bien, por mostrar y demostrar unos gestos, chascarrillos, onomatopeyas, etc. que están obligados a memorizar. Y en todo esto, los grandes especialistas mundiales quizás sean los fascistas españoles, uno de ellos o de una de las muchas ideologías cercanas al fascismo, es un tal Roberto Venteno, que fue asesor de la primera campaña electoral de Trump. Con una ideología absurda incluso en España: república si, toros si, ultraliberalismo en economía, y solfamas libertarias con la apariencia de ser propias o exclusivas de una ideología de la democracia extrema, otro cuento y de las justificaciones principales de los nuevos intransigente que les ha facilitado extender lo que ya casi parece un nuevo orden mundial.
Roberto Centeno no fue asesor de campaña de Trump, esto fue un bulo que se inventó él mismo para darse autobombo en los medios españoles, aunque sí que es un trumpista redomado, perteneció a un minúsculo partido de Antonio Garvía Trevijano, un pintoresco personaje español recientemente fallecido, decía ser el adalid de la democracia en España, muy republicano pero de derechas o de la ultraderecha esta del tipo nortramericana, sin apenas votantes en España. Afirmó ser el más influyente representante de España en la ex-colonia africana de Guinea Ecuatorial, decía ser algo así como el salvador de este país. Tambièn que fue perseguido en Espsña por sus ideales repbnlicanos o de esta ectrema democracia del tipo ultraderecha norteamericana. O, tambièn, habría conocido al rey Juan Carlos I cuando era joven y muy Pusilánime, Trevijano sería el que le enseño la vida loca de alcohol, mujeres, y las discotevas españolas… y muy bien que lo aprendiò.