Alexander Hermann, médico intrépido y comprometido

4 septiembre, 2024

por Dr. Israel Jamitovsky

El Dr. Alexander Hermann nació en Viena en 1913, estudió medicina en Praga y es en este espacio que formó su familia. En noviembre de 1942 es enviado junto con sus padres, su esposa Margarita y su hija de dos años,  al campo de concentración de Theresiensdat .Posteriormente junto a cien hombres es trasladado a Taucha, uno de los seis campos de concentración de Leipzig. Al  principio  se desempeñó como mecánico en un establecimiento de dicho espacio, pero posteriormente en enero de 1945, fue designado médico del campo de concentración, habida cuenta que dominaba sólidamente el idioma alemán.

En dicho campo estaban recluidos 1200 mujeres y 500 hombres, en espacios diferentes, pero en mérito a su cargo, el Dr. Hermann pudo acceder a ambos espacios. En numerosas ocasiones sirvió de correo entre ambos colectivos incluso para hacer llegar alimentos

Su labor como médico fue ímproba y abnegada.  Era un solo profesional acompañado de un total de  seis enfermeros y enfermeras. Procuró encubrir aquellas personas que padecían de serias patologías u ocultar su gravedad, durante la visita de los médicos nazis que se hacían presentes en el campo de concentración a los efectos de practicar la selección para su exterminio. De tal modo les salvó la vida o por lo menos logró prolongárselas.

El  Dr. Hermann y sus colaboradores carecían de todo instrumental médico salvo un termómetro Aún así no se amilanó y echó mano a su imaginación. Al no poder anestesiar a los enfermos, los dormía mediante la hipnosis, sedimentos de indumentaria que habían recogido las enfermeras, sirvieron para vendar las heridas devengadas en las operaciones.

Entre las enfermeras que acompañaron su tarea, cabe destacar a Bela Hazán, judía polaca que portando  una identidad falsa, pertenecía a una organización clandestina  sirviendo de nexo entre los colectivos judíos de Vilna, Grodno y Byalystoch, con experiencia como enfermera. La confianza que le mereció el Dr. Hermann fue tan grande que le hizo saber su condición judía. Otra enfermera a destacar fue  Ruth Elias.

               Salvaron la vida de  140  enfermos graves

Ante el avance las tropas norteamericanas, el 13 de abril de 1944, el Dr. Hermann persuadió al comandante del campo de concentración de que los 140 enfermos permanezcan en este espacio bajo custodia civil. Paralelamente el Dr. Hermann y Bela Hazán  se dirigieron a las tropas norteamericanas solicitándoles su presencia en el campo de concentración a los efectos de rescatar el colectivo que todavía se encontraba. La respuesta fue negativa. El Dr. Hermann y Bela Hazán podían haberse salvado y permanecer  a cubierto con las tropas norteamericanas, pero optaron por retornar al campo de concentración,  arriesgar sus vidas y salvar la de los  enfermos graves que no estaban en condiciones de huir por sus propios medios.

Por ello, el 18 de abril de 1945,  el Dr. Hermann con la colaboración de las antedichas Bela Hazán y Ruth Elias decidieron evacuar a los 140 enfermos del campo de concentración.Vistieron a los enfermos, esperaron hasta horas de la noche,  los trasladaron al bosque contiguo, los cubrieron como pudieron y se encaminaron hacia el lugar en que se encontraban las tropas nortemericanas. Los enfermos imposibilitados  de trasladarse por si mismos, fueron llevados en andas, nadie quedó en el camino. Fue una travesía compleja agravada por su cansancio y precario estado de salud  hasta que finalmente pudieron llegar a buen puerto.

                                 Justos Reconocimientos

Después de la guerra, el Dr.Hermann se enteró que su esposa,  su hijita de dos años de edad y demás familiares fueron exterminados en el campo de concentración de Birkenau, era el único sobreviviente de la familia. Trabajó un tiempo como médico en el ejército norteamericano y posteriormente retornó a la Checoslovaquia de entonces, radicándose en el norte, en la ciudad de Lieberec.Encabezó la Liga contra la Tuberculosis Masaryk, en 1947 contrajo nuevamente enlace con Leliaz Froind(también sobreviviente del Holocausto) y del matrimonio nacieron una hija y un hijo, falleciendo en 1975 a la edad de 62 años.

Como es de público conocimiento desde hace años, la Bna’i Brith y el Fondo Agrario de Israel, conceden la medalla al mérito por la salvación de judíos, a todos aquellos judíos que arriesgando sus vidas y/o la de sus familiares, salvaron la de sus hermanos durante el Holocausto. En la ceremonia celebrada hace escasos meses en el Bosque de los Mártires en la cercanía de Jerusalén,el Dr. Alexander Hermann se hizo acreedor a esta honrosa distinción, su nieto Martín Divis fue el que la recibió.

En cuanto a  sus fieles colaboradoras, ambas ascendieron y se radicaron en Israel.En 1945 Bela Hazán prestó testimonio de lo sucedido que se conserva en los archivos del Museo Bet Haguetaot sito en el Kibutz Lojamei Haguetaot(Combatientes de los Guetos). Hazán fue igualmente condecorada en 2019 por la Bna’i Brith y el Fondo Agrario de Israel  con la medalla al mérito por la salvación de judíos.Por su parte Ruth Elias vertió sus vivencias  en el volumen El espíritu de la vida, editado en 1990 por la Editorial  israelí Sifriat Hapoalim.

Tanto el Dr. Alexander Hermann como sus fieles compañeras de ruta,  merecen  todo nuestro reconocimiento y admiración.

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