Luego de más de un año de conflictos bélicos en Israel, la vida silvestre y los bosques muestran los efectos devastadores de la guerra en el ambiente. Desde bosques quemados a migraciones de aves interrumpidas.
Por ejemplo, en la región del bosque de Biriya, en el norte de Israel, se pueden ver árboles carbonizados por el efecto de los incendios provocados por cohetes que destruyeron miles de acres durante los enfrentamientos con Hezbollah en Líbano. Los incendios se produjeron por cohetes y fragmentos de interceptores israelíes, combinados con condiciones climáticas extremas.
Además, el Centro de Rehabilitación de Vida Silvestre Agamon Hula, que tuvo que transformarse en hospital de campo durante el conflicto, tuvo que implementar un protocolo de guerra único en su tipo para tratar a los animales heridos.
Sin embargo, la vida silvestre comienza a regresar lentamente a las zonas afectadas, gracias a los esfuerzos de recuperación que se centran ahora en áreas accesibles para visitantes, con innovadoras soluciones tecnológicas para proteger los cultivos locales de aves migratorias.