Fotografía tomada por Yousuf Karsh en 1941, impresión en gelatina de plata, National Portrait Gallery. - Wikipedia - Dominio Público

Dra. Bejla Rubin

¿Para qué sirven los políticos? Digo los del presente que se saben en el fondo que todo su accionar es inútil, irrisorio, si no adhieren a los intereses económicos de las grandes potencias o de los millonarios que son los que en verdad manejan los hilos de la economía. Y las guerras, el mejor negocio de los fabricantes de armas, y los que van al frente, “la infantería”, o sea los jóvenes, entre idealistas y/o obligados sino son declarados desertores de la Patria. Y las guerras no sólo sostienen los intereses económicos, territoriales de sus dirigentes, sino que lamentablemente sirven para achicar la población mundial, hambreada, desocupada, desorientada y que en esas contiendas les levantan el espíritu patriótico, bélico a los inútiles, donde poder encausar sus frustraciones y en secreto, volcar sus odios acumulados.

Eugene Ionesco, dramaturgo nacido en Rumania pero que vivió desde su adolescencia en París, con su pensamiento sagaz y un tanto irónico se pregunta: ¿Cómo pueden dar la dirección del mundo a los políticos? ¿Cómo pueden no dar la dirección del mundo a los sabios y a los moralistas? Con estos sujetos sólo se logra retardar el progreso, se refiere a los políticos, ponen en peligro la vida de los hombres de su nación, su supervivencia y su identidad. Mi conjetura es que sabios y éticos no son los adecuados para gobernar porque a ellos no se los puede sobornar, ni torcer su destino, hacerlo más correcto, por el bien de su Nación y su conciencia moral.

El paradigma del político cruel y totalitario lo ha sido Adolf Hitler. Su pensamiento “académico” fue influenciado y embebido de las ideas reaccionarias del jurista Carl Shmitt, el filósofo Martin Heidegger y el escritor Ernst Jünger. Los tres adhirieron al nacimiento del nacionalsocialismo en su período incipiente, es más, inspiraron su doctrina al gran maestro en que se convertiría su conductor, el insignificante cabo Hitler.

Shmitt hace una revisión de la teoría política y constitucional y funda la distinción amigo-enemigo donde da mayor importancia al segundo término. No deja espacio al disidente, siendo así no hay mejor enemigo que el enemigo muerto. Será luego Perón en la Argentina que tomará esa ideología diciendo “para un peronista nada mejor que otro peronista”, y es una forma soslayada de decir, “si no lo es… que desaparezca”.

El pensamiento de Shmitt da los estamentos legales para que el Führer y luego todo tirano, deba regir por estado de excepción, es un principio intransigente, sectario, de hacer una guerra sin límites a costa de imponer la propia fuerza y las ideas demagógicas en acto.

De ese pensamiento se desprende como destino natural el dar “la Solución Final” a todo enemigo derrotado, contrario al régimen, y sobre todo al judío, “culpable en el derrumbe económico y haber perdido la contienda en la Primera Guerra Mundial”.

El estado de excepción es aceptado con total liviandad pues pone como argumento artero que, si no se aplica, incluía la muerte del enemigo, se pone en riesgo la desaparición de la pureza de la cultura aria contaminada por la impureza de la “raza” judía, cristiana y decadente.

Las tres cuartas partes del mundo están dirigidas por locos, fanáticos, insensibles, que mandan a encarcelar o matan a quienes no acatan sus órdenes demagógicas y totalitarias. Y esto no terminó de acontecer con Stalin y Hitler, sino que se sigue emulando en el presente, lo vemos en Irán encarcelando a mujeres que quieren ser libres, asesinando a quienes hacen manifestaciones contra esa forma de vida cruel y retrógrada, estableciendo que una mujer sólo sirve para procrear, no debe pensar ni decidir su vida a título personal.

Tenemos como ejemplo a ese Job bíblico, cual Sísifo cargando una y otra vez con esa piedra pesada llamada vida, destino o exceso de Mal venido del otro, que explota y maltrata al humano. Y esa maldad encierra una cuota de angustia, afecto insoportable cuando no da cabida a un atisbo de luz, de esperanza, de futuro para una mejor existencia. Y cuando los dirigentes, tanto de otrora como los del presente aplican esas tácticas demagógicas, totalitarias, brutales, no dan respiro y se debe seguir cargando con ese peso extremo de maldad, pago de impuestos desmedidos, dinero recaudado de los trabajadores esforzados y honrados para solventar a los vagos, miserables e inútiles, pagando salarios desmedidos a los funcionarios inútiles, puestos en sus cargos por amiguismo, familiares y demás ineptos para sus tareas. Donde la justicia deja de ser “justa” dado que la “Noble Corte Suprema” forma parte en su mayoría del clan de los sobornados, donde sólo se ejerce el rigor de la ley sobre los pobres y desmochados dado que ya sabemos que los ricos son inimputables. Esto se ve a diario como modus operandi en Latinoamérica, pero creo que como funciona hoy en día el mundo no se salva de la brutalidad tanto Rusia con su guerra sucia a Ucrania, lo vimos ejecutar con Fidel a la oposición, en Irak, Corea, el asesinato infame al Fiscal Alberto Nisman en la Argentina, acontecimiento no condenado y que lo pensamos de lesa humanidad y que el mundo calla, como lo ha hecho siempre cuando es la sangre judía la que se derrama.

Pensamos que toda esta dirigencia debería ser evaluada por psiquiatras honestos antes de asumir sus cargos, que sepan evaluar el estado mental de quienes se postulan a la conducción de su Nación. Seguro que la gran mayoría no pasaría el examen por sus condiciones de psicópatas, malvados, enfermos mentales, codiciosos y ávidos de poder debido a sus propios complejos de inferioridad efecto de infancias dolorosas y que usan del poder, algunos, para vengarse de su propio pasado ominoso. Como mejor ejemplo lo vemos acontecer en la Argentina con sus atentados no enjuiciados, criminales y ladrones en libertad, la conducción indiferente frente al hambre de los niños y la desocupación de sus padres, en fin, un estado de extrema preocupación sin miras a un futuro mejor.

Tenemos incluso al honorable primer ministro inglés durante la segunda guerra mundial, nos referimos a Sir Winston Churchill, que por cierto no fue ningún santo como la gente lo recuerda. Hace un pacto secreto con Hitler dado que pensaba que podría negociar con este insignificante Cabo, que lo mandaría al frente ruso para apropiarse de su petróleo, riqueza que Inglaterra no posee, hasta que la situación se revierte y comienzan a caer sobre Londres los misiles V2 entonces, este narcisista y artero sale a dar la cara a su pueblo inglés con su famosa frase: “sólo puedo ofrecer sangre sudor y lágrimas”. Ninguna guerra, ni económica, ni bélica se soluciona con tan burdas palabras.

Acorde a las investigaciones del historiador Carlos De Nápoli, asevera “que los hombros de Churchill cargan algunas miseria y decisiones que costaron muchos miles de vidas”. Dado el odio que sentía Churchill por la Unión Soviética es que impulsa a Alemania al rearme para utilizarlo contra los bolcheviques. Churchill, dice De Nápoli, era un gran racista, no soportaba a los negros y también fue indiferente a las masacres nazis a los judíos, comunistas, opositores y minorías, cometidas desde 1935 por el gobierno de Hitler.

El apoya y empuja a Hitler y realiza un acuerdo secreto con él, y debido a ello los horrores de la guerra se prolongaron y de no haber sido así esa masacre no se hubiera extendido hasta 1945 sino finalizado en 1943 cuando los nazis perdieron en Stalingrado contra los rusos.

También los banqueros suizos han sido responsables de prolongar la guerra y su masacre. Ellos aportaron para la industria armamentística y otorgaron créditos a los dirigentes en Berlín y esto hizo que la guerra pudiera seguir siendo solventada, hasta su final derrumbe en 1945, para ser precisos se firma la paz el 8 de mayo de ese año. Todos estos datos salieron a la luz en 1997 debido al informe elaborado a petición del presidente americano Clinton y que fue publicado en mayo de 1997 con el título US and allied efforts to recover and restore gold and other assets or hidden by Germany during World War ll.

No sólo Churchill hizo su pacto con el nazismo, también tenemos como documento histórico que con la presidencia de Domingo Perón se instaura en la Argentina un nuevo paradigma de políticos arteros, codiciosos y ladrones de la patria. Cabe destacar que el 27 de marzo de 1945, Argentina le declara la guerra a Alemania, fecha donde la guerra ya estaba absolutamente finalizada amen de perdida, con el argumento según Perón “porque a los alemanes les convenía”. ¿Qué les convenía? Emigrar a Latinoamérica, y es así como Perón se pone de acuerdo con el dictador portugués Salazar y el otro tirano, nos referimos a Franco de España, para que con esa artimaña poder sacar de la Alemania vencida a la “gente útil y valiosa”, sabe decir, científicos, militares, médicos, todos necesarios para la nueva Argentina de Perón pagando su entrada, la de estos criminales nazis, con el oro robado a las víctimas del Holocausto y el saqueado de los bancos enemigos. Siendo así, es como Perón emite para esa evacuación 7.500 pasaportes argentinos en blanco entregados en el Vaticano por el Papa Pio Xll y también vía la Cruz Roja Internacional. Y es así como él es cómplice de la fuga de criminales nazis camino no sólo a la Argentina sino también a Chile, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Contamos con los nombres de los criminales nazis arribados al país: Ante Pavelic, Adolf Eichmann, Josef Mengele, Joseph Shchammberger, Heinrich Müller, jefe de la Gestapo y verdugo para Francia, Klaus Barbie, Erich Priebke, Martin Bormann entre muchos otros, quedando algunos en éste país y otros cambiando de localidades para no ser encontrados y condenados de sus crímenes que son de lesa humanidad. Entonces, portamos una herencia funesta desde 1945, con su fundador, el Gran Caudillo, donde la “Perla del Plata” se ha convertido en el basural del mundo, con gobiernos corruptos, ineptos y vende patria, apostando a la decadencia tanto cultural como económica, dado que es la mejor receta para matar la democracia e imponer una demagogia duradera.

Hace falta dirigentes honestos que amen verdaderamente a su pueblo y que no sólo se postulen a cargos de funcionarios para enriquecer su patrimonio saqueando el erario del Estado, ni relanteando los dictámenes de la justicia con trámites burocráticos interminables, esos que ya nos lo anticipara la pluma brillante de Frank Kafka en su libro El Proceso y que en La Metamorfosis  ya nos veía convertidos en insectos que cualquiera podía pisotear, donde el hombre pierde su dignidad humana y su estatuto de ser libre y pensante, para ser parte del engranaje burocrático de la maldad.

Deseamos que en este año que acaba de asomar, 2023 se recupere la democracia, la libertad de expresión, la camaradería entre naciones sobre todo entre Israel y sus vecinos árabes, pero lo que es mi sueño supino es volver a ser testigo de tener dirigentes honestos, audaces y defensores del derecho y honrar a su Patria y mostrar su amor incondicional a ella.

Para finalizar aporto la pregunta: “¿dónde estás Tu cuando Yo sufro?, de lo contrario cuando vengan por Ti, ya no habrá nadie quien te defienda.”

¡Será Justicia!!!  

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0 thoughts on “Ahh… los políticos”
  1. Raanan Reina es un historiador israelí que se especializó en esta etapa de la historia argentina. En uno de sus trabajos demuele la fábula de Peron incentivando la llega de criminales de guerra nazis al país. Vale la pena leerlo para entender la época y los implicados en esta historia. Para no aburrir contando lo que recomiendo leer directamente de las fuentes, me remito a recordar solamente el secreto y afanoso trabajo de los estadounidenses para llevarse a Werner Von Braun con todo su equipo y darles los documentos para continuar su trabajo honestamente en ese país. No se sabe cuántos con seguridad pero varios países en especial USA se desvivieron para apropiarse de semejante botín. Que sepa y documente al día de hoy no hubo desde la jefatura del gobierno un trabajo para traer criminales de guerra. Que entraron, claro, que tuvieron ayuda y contactos, por supuesto. Y algunos como Klaus Barbie, tuvieron la inestimable ayuda de la CIA, para radicarse en Bolivia y colaborar con las sucesivas dictaduras. Raanan Rein, describe muy bien como se montó esa fábula de las derechas argentinas para demoler a Perón. Con la ayuda de USA por cierto. Pues en su enfrentamiento con la antigua URSS, quién no estuviera alineado con USA, era un enemigo a destruir. Y Perón se ajustaba muy bien a sus propósitos.

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