Los socios de la coalición Bait Yehudí y Likud anunciaron que el gobierno reanudará su trabajo como siempre después de acordar la posposición problema del controvertido “proyecto de ley francés” que prohibiría las investigaciones policiales contra un primer ministro en funciones.
El anuncio se produce después de dos semanas de discordia dentro de la coalición que dividió a Likud y Bait Yehudí sobre el proyecto de ley que condujo a una parálisis casi total del Comité Ministerial de Legislación de la Knéset.
Ansiosos por encontrar una solución a lo que causó un estancamiento en los rangos políticos y resolver el problema que había amenazado con dividir a la coalición, ministros de alto rango y funcionarios del gobierno se reunieron para discutir detalles sobre un compromiso.
Mientras las partes acordaron dejar el proyecto de ley francés en un segundo plano, también se comprometieron a someter a votación en el Comité Ministerial de Legislación la próxima semana un proyecto de ley que prohibiría a la policía anunciar si existen pruebas suficientes para una acusación contra sospechosos.
A todas las facciones de la coalición se les permitirá un voto libre sobre el asunto y no estarán obligadas a respaldar el proyecto de ley como lo están con los acuerdos de coalición.
Solo en el caso de que el proyecto obtenga la mayoría del apoyo en el comité ministerial, la coalición lo respaldará automáticamente en el pleno de la Knéset a medida que pase por las votaciones requeridas.