El COVID-19 nos pone a prueba con un montón de cosas. Nos lleva al extremo en situaciones que jamás imaginamos y nos plantea un desafío: estar cerca, juntos, sentirnos y amarnos pero sin poder tocarnos, abrazarnos y besarnos.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) indicó que tengamos AISLAMIENTO FÍSICO Y NO SOCIAL!!
Nosotros somos SERES SOCIALES y necesitamos DEL VÍNCULO HUMANO que hoy se ve transformado por un nuevo juego que trae reglas nuevas y que estamos aprendiendo e incorporando.
Podemos tener contacto social a través de la tecnología, que esta vez tiene que ser más aliada que antes. Y estando tan conectados pude observar y sentir que nuestros niveles de aceptación aumentaron.
Suele pasar que ante situaciones indeseadas empezamos resistiéndonos y luego con el tiempo (tal cual sucede en los duelos) logramos aceptar lo que estamos viviendo. Creo que la sociedad de hoy empieza a ACEPTAR lo que nos pasa, empieza a vivirlo de otra manera y sobre todo empezamos a aceptarNOS.
Se prende la computadora, se activa la cámara y te encontrás con tu compañero de trabajo, tu jefe, un cliente que tal vez no está tan peinado, sin todo el maquillaje que suele tener, quizás hasta se ve un perro que se mete en el medio, se escucha un bebé llorar o se nota de fondo un desorden o una cama sin hacer.
Antes tal vez pensabas que era poco serio, que no se había preparado para esa llamada. Hoy lo aceptas. Entendés que cada uno está haciendo lo mejor que puede donde está y como está. Inclusive tenés más voluntad de explicarles a quienes tienen más dificultad, cómo usar las herramientas tecnológicas para que todos podamos tener acceso al contacto social (y no físico).
Estoy convencida que nos aceptamos más y nos toleramos más en cuestiones humanas (que antes muchas veces eran juzgadas).
Somos humanos, nos caracterizamos por ser parte de una sociedad y la conciencia colectiva es la que hoy nos puede salvar.
ACEPTAR las situaciones, ACEPTAR lo que sentimos, ACEPTAR lo que nos pasa, ACEPTAR que nuestra productividad cambia, ACEPTAR que nuestra actividad física es diferente, ACEPTAR que nos desorganizamos un poco, ACEPTAR que tal vez nuestros ingresos bajan, ACEPTAR que somos seres humanos y que nos necesitamos cerca aunque nos tengamos que mantener lejos.
Hoy no hay distancias, estar a 1 cuadra, a 10 km o a 10.000km es igual. Nos tenemos, estamos cerca y podemos sentirnos sin tocarnos.
Nuestros abuelos sobrevivientes de grandes tragedias de la humanidad nos enseñaron a tejer redes, nos transmitieron el valor de la familia, de la unión y esos son los conceptos que ayudan al pensamiento colectivo que hoy nos salva y nos motiva a cuidarnos para sobrevivir.
El desafío está, y nosotros también. Le ponemos el pecho y lo vamos a afrontar: juntos y separados a la vez.