El Ministerio de Defensa firmó un acuerdo ayer para la adquisición de una escuadra de aviones de combate F-15IA, la variante israelí del F-15EX avanzado.
El acuerdo por un monto de 5.200 millones de dólares incluye la compra de 25 aviones de combate F15IA, fabricados por la empresa norteamericana Boeing, con opción a otros 25 más. La compra de los aviones será financiada por la ayuda militar que Estados Unidos otorga a Israel.
El acuerdo estipula que las aeronaves serán suministradas en lotes de cuatro a seis aparatos al año, a partir de 2031.
El acuerdo de 5.200 millones de dólares, parte de un paquete más amplio de ayuda estadounidense aprobado por la Administración de Joe Biden y el Congreso estadounidense a principios de este año que incluye una opción para 25 aviones adicionales.
Las negociaciones sobre este concierto se materializaron ayer entre la misión del Ministerio de Defensa en EE.UU. y Boeing, en colaboración con la Fuerza Aérea de Israel.
El nuevo avión F-15IA esta equipado con sistemas de armas de última generación que permitirán a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) “mantener su superioridad estratégica para hacer frente a los desafíos actuales y futuros en Oriente Medio”, según informa el Ministerio de Defensa en un comunicado.
“Este escuadrón F-15, junto con el tercer escuadrón F-35 adquirido a principios de este año, representa una mejora histórica de nuestro poder aéreo y alcance estratégico, capacidades que resultaron cruciales durante la guerra actual”, dijo el director general del Ministerio de Defensa, Eyal Zamir.
Zamir manifestó que desde el comienzo de la guerra Israel ha asegurado adquisiciones militares por un monto cercano a los 40 mil millones de dólares.
Desde el estallido de la guerra contra los grupos terroristas Hamás en Gaza y Hezbollah en el Líbano, la Administración de Joe Biden no ha dejado de suministrar armas a Israel, pese a que en algunos momentos a lo largo de este 2024 el presidente estadounidense subió el tono y amenazó con retirar esta ayuda militar si el Gobierno de Benjamín Nentayahu no aumentaba el suministro de ayuda humanitaria y protegía a la población civil de Gaza.
Ahora, con el regreso de Trump a la Casa Blanca, tras su victoria electoral de este miércoles en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, se abre una nueva etapa entre los dos países aliados.
Su triunfo fue celebrado por todo el Ejecutivo israelí, aunque queda por ver qué postura adoptará a partir del mes de enero -cuando tendrá lugar la investidura- el presidente electo estadounidense sobre la campaña militar contra Hamás y Hezbollah en Gaza y el Líbano, respectivamente.
“No queremos guerras. Yo no voy a empezar una guerra, yo las voy a parar”, afirmó Trump ayer en su primer discurso tras confirmarse los resultados.
Agencias colaboraron con este artículo de Aurora