Elías Levy Benarroch ׀ Madrid
Visita excepcional de un líder político español a la sinagoga central de Madrid durante Iom Kipur. La presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM), Isabel Díaz Ayuso, visitó la sede de la CJM en la víspera de la festividad y, allí, dio un cálido abrazo a sus miembros y al Estado de Israel. Por el contrario, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, continuó durante el fin de semana sus ataques contra el Gobierno de Benjamín Netanyahu, pidiendo el cese de las ventas de armas a Israel y una posible revisión del acuerdo comercial con la Unión Europea.
UNA DE ARENA…
Según los “ancianos” de la comunidad, se trata de la primera visita de este tipo en Madrid a una sinagoga. Con anterioridad, diferentes presidentes autonómicos y alcaldes habían visitado la sede comunitaria, incluida Díaz Ayuso, pero ninguno lo había hecho en el día más sagrado del calendario hebreo, que se ha celebrado bajo extremas medidas de seguridad por la situación de guerra en Israel.
Díaz Ayuso eligió precisamente este día para abrazar a los miembros de la comunidad tras un severo periodo de antisemitismo en España y, también, de crítica desenfrenada a Israel por parte del presidente del Gobierno, el socialista Sánchez, y por parte de importantes medios de comunicación, entre ellos los Medios Públicos (rtve, rne).
La visita se produjo poco antes del inicio de la festividad para no molestar a los fieles, dado que se trata de una comunidad ortodoxa y considerablemente religiosa. En el acto participaron los líderes comunitarios, entre ellos la presidenta de la CJM, Estrella Bengio, y también el encargado de negocios de la Embajada de Israel, Dan Poraz, dado que Israel no tiene embajador en Madrid desde que Sánchez reconoció en mayo el Estado palestino.
“Quiero recordar que ni el pueblo de Israel ni los judíos están solos, que muchos admiramos su fortaleza ante estos desafíos y su larga paciencia ante los ataques que pretenden acabar con su vida cotidiana y su propia existencia”, dijo Ayuso, que destacó el “sacrificio” de los israelíes “para garantizar que otros pueblos caigamos en la misma barbarie”.
En un mensaje muy emotivo que terminó con un “Am Israel Jai”, manifestó que “el amor, la fe, la verdad, la libertad y la vida son mucho más fuertes e importantes que todo el mal de este mundo. Y ganarán todas las batallas porque, como el pueblo de Israel, vivirán siempre».
Ayuso, del Partido Popular (centroderecha), es uno de los dos únicos altos dirigentes políticos en España que han apoyado sin reservas al Estado de Israel desde el ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre de 2023. El otro es Santiago Abascal, del partido Vox (derecha liberal), muy conocido en ciertos círculos del Likud -y en particular para el primer ministro Netanyahu y el ministro de la Diáspora, Amihai Shikli- pero con quien la comunidad judía madrileña no suele relacionarse públicamente debido al posicionamiento político de sus extremos más derechistas.
LA OTRA DE CAL… Frente al cariño de Díaz Ayuso, los latigazos desenfrenados del jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien se ha convertido en el último año en uno de los gobernantes europeos más críticos con Israel, conduciendo la relación bilateral a su peor momento en muchas décadas. De hecho, no se conoce una situación así desde antes del establecimiento de relaciones diplomáticas en 1986. España no sólo reconoció unilateralmente el Estado de Palestina hace unos meses, sino también ha apoyado el proceso judicial abierto por Sudáfrica en La Haya contra Israel, y las peticiones de arresto contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, en la Corte Penal Internacional. La semana pasada, el Gobierno español permitió asimismo la celebración en Madrid de un congreso internacional de la organización Samidún, declarada terrorista en algunos países, y algunos de los ministros de Sánchez incluso apoyan abiertamente la proclama “del río al mar”. Esta vez, Sánchez aprovechó los tiroteos en torno a contingentes de la FINUL en el sur del Líbano, que han dejado hasta ahora cinco heridos, para reiterar su exigencia a la comunidad internacional de que detenga la venta de armas a Israel: “España comparte el que la comunidad internacional debe suspender el envío de armas a Israel. Desde España no vendemos armas a Israel desde el comienzo de esta guerra… y la lógica es sencilla: sin armas no hay guerra”.
Pero como viene siendo habitual, el presidente del Gobierno español no se refirió en absoluto al armamento en posesión de las organizaciones terroristas Hamás o Hezbollah, y por supuesto tampoco a los depósitos de misiles de Irán ni a sus instalaciones nucleares: las amenazas de todos ellos de destruir a Israel, ni tenidas en cuenta por Sánchez.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha convocado al encargado de negocios israelí en Madrid, Poraz, para dar explicaciones sobre los tiroteos contra instalaciones de UNIFIL, al igual que han hecho otros países europeos que participan en la fuerza de interposición.
Sánchez se ha convertido en el último año en uno de los políticos europeos más críticos con Israel, e incluso mencionó en su comparecencia la posibilidad de que la Unión Europea estudie algún tipo de suspensión del Acuerdo de Asociación con Israel, una postura extrema que comparte con Irlanda pero que no parece tener demasiado eco entre los demás países europeos.