Nacido en Brookline, Massachusetts, hijo de un padre judío y una madre japonesa, no judía, Kinori Sugihara Rosnow, se transformó con los años en ingeniero de software y jugador de lacrosse.
Pero antes, en su infancia, Rosnow, se convirtió al judaísmo con su hermana Rina, y desde temprana edad buscó formas de equilibrar y celebrar sus identidades judía y japonesa.
En 2018 participó en el Campeonato Mundial de Lacrosse para la selección de Japón, y le tocó jugar contra Israel, en un partido clave en la ciudad israelí de Netanya. Ese fue un momento clave, para él representó el choque de sus dos mundos. “Tengo la herencia judía de mi padre y mi madre es japonesa, y estábamos en este juego y se produjo un momento. Pensamos: esto es una locura. Esta es la combinación de todo”, expresó el deportista cuando fue consultado por los medios.
Kinori ya ha jugado en varias competiciones internacionales representando a Japón, y recientemente fue seleccionado para el equipo de lacrosse que competirá en los Juegos Olímpicos de 2028.