Si bien no hay aún propuestas oficialmente publicadas, y todo aún está sujeto a la aprobación legislativa antes de su implementación, el Ministerio de Finanzas presentó una serie de nuevos impuestos para 2025 que buscan fortalecer la financiación del estado para la guerra en curso.
Entre otras cosas, se propondrá congelar los créditos fiscales, gravar los fondos de estudios avanzados, reducir los beneficios fiscales en los depósitos de pensiones y aumentar el impuesto sobre los vehículos eléctricos.
Otra de las medidas es la de gravar los beneficios de las corporaciones que no distribuyen dividendos, con la expectativa de recaudar 10 mil millones de shekels en 2025.
De la misma manera, también se buscará eliminar la exención del IVA para el turismo entrante y aumentar la tasa adicional de impuesto sobre ingresos anuales superiores a 721,560 shekels del actual 3% al 5%.
Con estas modificaciones impositivas se espera cerrar un déficit fiscal estimado entre 30 mil millones y 40 mil millones de NIS.