Por Danny Citrinowitz.
En su reciente discurso, Hassan Nasrallah reveló que los miembros del Eje de Irán decidieron dar respuestas separadas a las eliminaciones de Fuad Shukr e Ismail Haniyeh.
Sin embargo, la declaración del nuevo ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, sobre la futura respuesta de Irán, indica que Teherán aún tiene intenciones de responder a la muerte de Haniyeh y que sólo está esperando “el momento y el lugar adecuados”.
Es importante no subestimar la decisión de Irán de no sumarse a la respuesta de Hezbollah.
Una respuesta unida habría aumentado significativamente la probabilidad de causar daño a Israel y “equilibrado” la ecuación entre Israel, Irán y Hezbollah.
Sin embargo, parece que la decisión de Irán se debe al temor de Teherán a las consecuencias de una respuesta de ese tipo.
Desde la eliminación de Haniyeh, Teherán ha estado bajo una intensa presión, incluida la presencia militar estadounidense sin precedentes en la región, los mensajes públicos de altos funcionarios estadounidenses, incluido el presidente Biden, sobre la determinación de Estados Unidos de defender a Israel, así como los informes de luchas internas en Teherán en relación con la respuesta, que enfatizan particularmente el temor del presidente Pezeshkian a una campaña regional.
Estos desafíos dificultan a Teherán a tomar una decisión en este contexto.
El temor de Irán de ser retratado como la parte responsable de destruir cualquier posibilidad de un alto el fuego para preservar la presencia de Hamás en la Franja de Gaza influyó no solo en la demora en la respuesta sino también en la decisión de no unirse a Hezbollah en su represalia.
Todavía no está claro cómo afectará la decisión de Irán a la dinámica del Eje, y en particular cómo evaluarán los otros miembros del Eje, encabezados por Hezbollah, su compromiso con la alianza tras su deseo de responder individualmente a la eliminación de Haniyeh.
Es evidente que Irán tiene un conjunto de consideraciones distintas, y la eliminación de Haniyeh no es equivalente a la de Shukr.
No obstante, esta decisión coincide con los informes de tensiones entre Irán y Hezbollah tras la renuencia de Hezbollah a sumarse a la respuesta iraní a la eliminación de Mahdavi, y estos desacuerdos podrían dañar potencialmente la unidad dentro del Eje.
En cualquier caso, de las declaraciones públicas parece desprenderse que Irán está comprometido a responder a la muerte de Haniyeh.
Sin embargo, la continua presencia militar estadounidense en la región, el tiempo transcurrido desde la muerte y la decisión de responder de forma independiente en lugar de hacerlo junto con Hezbollah indican que Irán está buscando una manera de resolver el incidente sin agravar la situación en la región.
A fin de cuentas, todavía hay una probabilidad significativa de que Irán responda a la eliminación de Haniyeh.
El compromiso público de sus líderes, incluido el líder supremo de Irán, ha llevado a Teherán a una posición de la que no puede retirarse fácilmente.
Este hecho, junto con el deseo de los hutíes de vengarse por el bombardeo al puerto de Hodeidah, sugiere que el riesgo de una campaña regional sigue vigente, incluso después de que Hezbollah haya completado su respuesta a la muerte de Shukr.
Sin embargo, parece que Teherán no sabe cómo responder a la eliminación de Haniyeh sin verse envuelto en un conflicto regional más amplio.
Es fundamental recordar que cualquier respuesta de Teherán, incluso limitada, contra Israel conlleva el riesgo de convertirse en un conflicto más amplio.
Los vapores del combustible para una campaña de ese tipo todavía están en el aire.
BENDICIÓN ISRAEL. ES QUE NO TIENEN NARICES Y LO HAN VISTO QUÉ EL ESTADO LEGÍTIMO DE ISRAEL LO QUE HA ECHO CON TERRORISTAS DÉ HAMÁS HAN CA……DO EN LOS PANTALONES. VIVA FDI.
No siempre va a haber 2 portaaviones de EEUU cerca, no hay que desperdiciar esta oportunidad.
No se como le hagan pero hay que provocar a Irán