El charlatán árabe, Argya squamiceps, es un ave que habita en matorrales áridos del Medio Oriente que anida en comunidades, vive en grupos relativamente estables con estrictos órdenes de rango y es famosa por su crianza cooperativa.
Un estudio reciente de la Universidad Bar-Ilan (BIU) en Ramat Gan, liderado por Lee Koren de la Facultad de Ciencias de la Vida Goodman, analiza los efectos profundos de la perturbación del hábitat en esta especie que habita en Israel.
Los animales sociales son especialmente vulnerables al cambio climático y a los daños ambientales causados por la actividad humana, que llevan a la disminución en la biodiversidad y un peligro creciente de extinción.
El estudio se llevó a cabo basado en un conjunto de datos a largo plazo de una población de 760 aves de charlatanes árabes, organizados en 21 grupos con 211 eventos de cría, monitorizada desde 1971 en la Reserva Natural Sheizaf en el desierto de Arava en Israel. Se analizó el período entre 2016 y 2021.
El estudio comprobó que la modificación del hábitat favoreció un ritmo de vida más rápido con una menor dispersión, y las aves alcanzaron posiciones dominantes a edades más jóvenes, posiblemente debido a tasas de mortalidad más altas.
Koren explicó que “los hábitats modificados aceleran eventos cruciales en la vida de los charlatanes árabes, como volverse dominantes y dejar el grupo en el que nacieron, lo que es crucial para su organización social” y agregó que los “hallazgos sugieren que los hábitats modificados pueden convertirse en trampas ecológicas, atrayendo individuos debido a mayores oportunidades de cría pero reduciendo sus tasas de supervivencia”.