Recientemente el museo Yad Vashem exhibe tres álbumes de bebés que fueron recientemente incorporados a su gran archivo. Se trata de álbumes creados y conservados por mujeres que escondieron a niños judíos durante el Holocausto.
Antiguamente, los padres dejaban registro del crecimiento del bebé en álbumes, en el que incluían fotografías, medidas y datos que dan cuenta del desarrollo temprano de un bebé.
Sin embargo, los ejemplares recientemente entregados a Yad Vashem no están hechos ni por la madre ni por el padre: son fotos, anécdotas garabateadas y notas registradas y mantenidos por mujeres a niños judíos, con la esperanza de que sus madres biológicas pudieran leerlos después de la guerra. Los tres niños fueron Efraim Kochava, Avraham Packer y Rolf Stibbe.
Efraim Kochava nació en 1942 en Holanda y fue entregado de inmediato por sus padres a los Mintzes, una pareja amiga. El libro narra las luchas de Jacqueline como madre adoptiva, haciendo lo mejor en una situación difícil. Los padres de Kochava murieron durante la guerra, y cuando ésta terminó, sus parientes que sobrevivieron lo encontraron y quisieron criarlo, obteniendo la custodia del niño. Cuando Efraim tenía poco más de 20 años, se enteró sobre sus padres adoptivos y estableció contacto con Max, quien le dio una versión traducida de su libro de bebé.
Otro de los álbumes cuenta los primeros años de Avraham Packer, quien fue cuidado por Maria cuando su madre tuvo que separarse de él y de sus otros hermanos durante la guerra, y el álbum fue una pieza fundamental en su reconocimiento como Justa entre las Naciones.
El tercer libro fue de Rolf Stibbe, adoptado por la familia Kirpenstijn. A medida que Stibbe crecía, sus padres adoptivos le enseñaron sobre su judaísmo y terminó emigrando a Israel más tarde.