Por Eldad Shavit y Raz Zimmt
Otra ronda de conversaciones terminó el lunes en Viena, como parte de los esfuerzos para que EE. UU. e Irán vuelvan al acuerdo nuclear.
Al final de las discusiones, el coordinador europeo anunció que se redactó un texto del acuerdo, incluidos los pasos que se espera que tomen EE. UU. e Irán para volver al pacto y el calendario para su implementación.
Al parecer la Administración de EE. UU., aunque aún no se ha relacionado oficialmente con el anuncio, ha aceptado el texto.
Irán, por su parte, dejó en claro que no considera que esta versión sea definitiva y que no pueda negociarse más.
Después de renunciar a su demanda de sacar a la Guardia Revolucionaria de la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO) del Departamento de Estado de EE. UU.; los iraníes continúan insistiendo en que antes de firmar el acuerdo, la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) cancele las preguntas abiertas restantes sobre Irán, en particular, la demanda de la OIEA de recibir explicaciones sobre los materiales y las actividades que se revelaron en cuatro sitios que no fueron declarados por Irán.
La sospecha predominante es que Irán violó el Tratado sobre la No Proliferación de armas nucleares (TNP).
En opinión de Irán, sin una solución al problema, pronto podría encontrarse nuevamente en una crisis con la OIEA, lo que podría conducir a la remisión del problema al Consejo de Seguridad e incluso a la imposición de sanciones adicionales.
Por otro lado, desde el punto de vista de Occidente, la vuelta al acuerdo no debería estar ligada a la continuación de las negociaciones entre Irán y la OIEA, cuyos resultados dependen de la voluntad de Irán de dar respuestas satisfactorias a la OIEA.
Otro tema que aún no está claro si se resuelve satisfactoriamente desde el punto de vista de Irán es el tema de las garantías que exige Teherán en caso de una futura retirada estadounidense del acuerdo nuclear.
Una posible solución en este contexto es la aceptación de garantías técnicas y no políticas (por ejemplo, garantizar la capacidad de las empresas occidentales, de que firmarán acuerdos con Irán, para continuar implementándolas incluso en caso de una futura retirada estadounidense del acuerdo).
En conclusión, parece que ambas partes llegaron a Viena con la intención de avanzar en el proceso, aunque todavía no es posible determinar si la dirigencia iraní ha tomado la decisión final sobre su voluntad de volver al acuerdo nuclear en este momento.
En lo que respecta a Occidente, el texto al que se llegó cumple con los requisitos.
En esta etapa, parece que Irán debe tomar una decisión política, que requiere la aprobación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y del líder de Irán, si acepta regresar al acuerdo antes de que se alcancen acuerdos con el OIEA con respecto a las preguntas abiertas.
Aunque no se puede descartar la posibilidad de nuevas discusiones sobre el mecanismo que permitiría el acuerdo entre Irán y el OIEA, la continua insistencia de Irán en cerrar las preguntas abiertas antes de volver al acuerdo podría conducir al colapso final del pacto.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies