El gobierno de Israel está conformado por partidos de amplio espectro ideológico. Esa heterogeneidad hace muy difícil la votación de leyes claves, como se vio en el caso de la de ciudadanía.
Ahora, llegará en noviembre una prueba de fuego para el gobierno del cambio. Se trata de la ley de leyes, el presupuesto. Según la ley israelí, el gobierno tiene 145 días desde su conformación para pasar el presupuesto. En este caso, la fecha señalada es el 4 de noviembre
En caso de que no se pueda, se tiene que convocar a elecciones para formar nuevos gobiernos. La última vez que se aprobó un presupuesto fue en 2019, lo que marca la dificultad de la tarea en los últimos años en Israel.
Frente a esto, Yair Lapid, ministro de Relaciones Exteriores, se reunió con aliados inesperados: la Lista Árabe Conjunta (LAC). Este bloque de seis MKs, liderado por el comunista Ayman Odeh, podría ser la llave para garantizar la continuidad del gobierno.
Según reportes, la LAC está sopesando apoyar al gobierno para evitar un regreso de Benjamín Netanyahu al poder. Sin embargo, este apoyo tendría aparejado una lista de demandas aún desconocidas.
La LAC quiere también retomar protagonismo de cara al mundo árabe-israelí luego de que el partido islamista Ra’am decidiera separarse y participar, por primera vez en la historia, de un gobierno israelí.
Así las cosas, el gobierno deberá aceitar sus mecanismo para llegar holgado a noviembre… ¿será por fin este el momento en que se desbloqueé la situación política en Israel? ¿O nuevamente iremos a las urnas?