Apple Cider Vinegar es una miniserie dramática de televisión australiana que se estrenó en 2025 por Netflix. Producida por See-Saw Films, la serie está protagonizada por Kaitlyn Dever y Alycia Debnam-Carey, que interpetan a Belle Gibson y Milla Blak.
El personaje de Alycia Debnam-Carey es diagnosticao con un cáncer raro y enfrenta la posibilidad de amputar su brazo, y desesperada, recurre al Instituto Hirsch en México, donde se somete a una estricta dieta de jugos y enemas de café, convencida de que puede curarse sin quimioterapia.
A partir de esta aparente recuperación, se convierne en una influencer del bienestar, promoviendo el método como una alternativa válida a los tratamientos médicos convencionales, y a lo largo de la serie, Gibson engaña a sus seguidores y al mundo con un diagnóstico de cáncer falso, mientras que Milla convence a su madre de unirse a ella para evitar el tratamiento médico prescrito científicamente.
La nueva miniserie llamó la atención por su representación de tratamientos alternativos contra el cáncer, y en particular, por el ficticio Instituto Hirsch, dirigido por la hija de un refugiado judío alemán.
El instituto se inspira en hechos reales: la serie revive la polémica sobre la terapia Gerson. Max Gerson fue un médico judío nacido en Alemania en 1881 que desarrolló su método en respuesta a enfermedades como la tuberculosis y el cáncer. Tras huir del régimen nazi, estableció una clínica en Nueva York y promovió la idea de que el cáncer era una enfermedad metabólica tratable mediante una dieta estricta y desintoxicación.
El Instituto Gerson, fundado en 1978 por la hija de Max Gerson, Charlotte Gerson, sigue operando en Tijuana, México, donde las regulaciones médicas son menos estrictas. A pesar de décadas de advertencias, el instituto continúa ofreciendo su terapia con un mensaje de cautela, señalando que no garantiza resultados.
La serie se inspira además en la vida de Jessica Ainscough, una influencer australiana que adoptó la terapia Gerson tras ser diagnosticada con sarcoma epitelioide. En la historia real, Ainscough rechazó la amputación recomendada por sus médicos y defendió la terapia como una cura milagrosa, hasta que su enfermedad progresó y falleció en 2015.