El Covid-19 ha ingresado en el Hogar Geriátrico Beit Sión, del barrio de Flores en Buenos Aires, Argentina. Los familiares, con algunas desavenencias, concluyeron que el Hogar cumplió con los protocolos de seguridad estipulados por el Coronavirus y no hay respuestas acerca de cómo ingresó el virus.
Hacía un mes que los familiares no podían visitar a los residentes del Hogar. Como la mayoría de los geriátricos de la ciudad, decidieron evitar las visitas y generar protocolos con el personal fijo (la vestimenta y los cambios al ingreso, los cuidados durante los viajes, la limpieza, la disminución de personas autorizadas a ingresar, etc.).
Todo comenzó a precipitarse con el fallecimiento del primer residente. Se llamó al 107 y se constató que el Hogar Beit Sión cumplía con las normas y protocolos para poder aislar a quienes estuvieron en contacto con este hombre y esperar a que ningún residente levante fiebre. La fiebre se convirtió en el único alerta que justificaría un hisopado por sospecha de Coronavirus.
A pesar del pedido, el Gobierno se negó a realizar los test. Comenzó entonces una campaña en todas las redes y dentro de la Comunidad Judía para recolectar el dinero para comprar los test. El Flyer de la campaña decía lo siguiente:
“Ayudanos a luchar contra el Coronavirus. Hoy nuestros abuelos nos necesitan más que nunca. En Beit Sión estamos librando la dura batalla contra este enemigo invisible. Sabemos que no será fácil, pero confiamos en que con la ayuda de todos vamos a lograrlo” (Sic)
Se recaudó el dinero y se realizaron los test y el resultado es el siguiente:
1 Fallecido
35 Residentes infectados (casi todos asintomáticos)
4 empleados infectados
Al aparecer los positivos, se comenzó con el traslado de cada uno a sus respectivas Prepagas. Los negativos siguen dentro del Hogar. Se desinfectó completamente el lugar y se espera que se haya detenido el contagio.
¿Quienes son los del Hogar Beit Sión y como se mantienen?. Así se presentan en su web:
“La Asociación Argentina Sefaradí de Cultura y Beneficencia nace en 1942 con el objetivo de dar asistencia a los sectores más vulnerables de nuestra comunidad. Al comienzo, nuestra acción comunitaria estuvo volcada al apoyo a familias e individuos de la Comunidad Judía Argentina en estado de emergencia económica en las áreas de alimentación, salud y educación. Dichas acciones involucraban a no más de 120 familias del barrio de Flores”.
“En diciembre de 1993 decidimos redoblar el desafío para lograr que más ancianos tuvieran un lugar de residencia donde vivir dignamente. Para ello inauguramos el edificio Liza y Jack Yael Z´´L, en la calle Condarco 458 del barrio de Flores en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, debido a que es un espacio tradicional de desarrollo de la vida judaica Argentina. Beit Sion comienza a ser el hogar de ancianos que es hoy. Con un edificio de 6 pisos que responde a altos estándares de calidad y servicio para su época, se convierte en un Hogar modelo a seguir por los nuevos emprendimientos que irían surgiendo a lo largo de los años. De esta forma nacía el único hogar de ancianos con la experiencia de nuestros mayores. Se sostiene sólo a través de socios benefactores, donantes y voluntarios”.
En resumen, la noticia no es un geriátrico infectado. Ni siquiera la lamentable muerte del abuelo. La noticia es la negación del Gobierno de la Ciudad a realizar el testeo aun teniendo la prueba de un fallecido en un centro de altísimo riesgo como es un geriátrico.