45 años de la Guerra de Yom Kippur: ¿perdedores o solo ganadores?

Golda Meir, entonces primera ministra de Israel, visitando un campamento militar en el Sinaí // Foto: SEGEV YITZHAK (GPO)

Han pasado 45 años de la guerra de Yom Kippur, la misma que dio a entender al mundo árabe que Israel no es invencible en un Medio Oriente inestable. Aun mas,  fue el escenario bélico el cual dejó caer la «máscara victoriosa» de Junio de 1967, la euforia colectiva desatada tras la implacable victoria en la Guerra de los Seis Días. Esta máscara cegó al joven estado de Israel, y fue la causante de aquella «sorpresa» en 1973.
Es importante explicar que en los primeros años de su existencia, Israel corría el riesgo de someterse a lo que se describió como «la última batalla». El estado de Israel estaba y estará en desigualdad numérica respecto a sus países vecinos. La posibilidad de la última batalla, la cual elimine al joven estado sionista, era más que probable a mediados del siglo XX. Por esta misma razón, líderes israelíes entendieron tempranamente el valor de la tecnología  nuclear, la cual intimida a cualquier enemigo en momento de conflictos-guerra[1].
El 6 de Octubre de 1973 es considerado como un día negro para la inteligencia israelí. Nadie pudo entender cómo fue que el mundo árabe se pudo levantar nuevamente y de manera rápida con el objetivo de derribar «la muralla de hierro de Israel» [2](nombre que se le da a la doctrinad de seguridad de Israel, la cual sigue vigente). Mandatarios israelíes no podían comprender como es que el joven estado se había quedado dormido en su propia  guardia.
La sorpresa en el lenguaje bélico es una herramienta la cual se utilizaba mucho en las «clásicas guerras» como en la era de Napoleón[3]. También Israel ha utilizado tácticas semejantes, como por ejemplo en la guerra del Sinaí en el 1956[4], donde lanzó una guerra preventiva. La idea de ambas estrategias es poder rápidamente dejar al enemigo en una situación inferior para lograr una victoria en un plazo corto (horas o días).
El modelo de las fuerzas armadas israelíes es el de un  ejército popular, basado en un servicio  obligatorio para la mayoría de sus ciudadanos. No obstante, su potencial se destaca por el  enrolamiento de los reservistas. La sorpresa de la guerra de Yom Kippur fue mucho mayor debido a que Israel no contaba con el tiempo necesario para poder llamar a sus tropas de reservistas y poder dar respuestas en los distintos frentes. Generalmente se necesitan unas 48-52 horas hasta poder tener los pelotones de reservas listos y necesarios según el frente. Octubre de 1973 generó una «caos y pánico» en los líderes del joven estado debido a la falta de información, la cual dejó a Israel  desnudo frente al mundo árabe y sus tropas. Esto permitió que las tropas enemigas avanzasen y penetrasen en territorio israelí
 
¿Por qué podemos concluir que la guerra de Yom Kippur, traería solamente «Triunfadores» para Medio Oriente?
El estado de Israel se fundó en el año 1948 en el medio de una guerra (Guerra de Independencia 1947-1949), con David Ben Gurion como primer Ministro y Ministro de Defensa. Desde los comienzos se trató de establecer una doctrina de seguridad no escrita, la cual sigue vigente. «La muralla de Hierro» tiene como objetivo lo siguiente: Dar entender al enemigo la existencia (legitimidad o aceptación) del estado de Israel, y éste fomentará la paz con sus vecinos[5].
La «gloria» lograda por Israel después de la guerra de los Seis Días (1967) no solamente significaría un triunfo bélico y geopolítico, sino que también generaría un impacto psicológico de profunda frustración en las sociedades  árabes. La era de la Guerra fría con Estados Unidos y la Unión Soviética como máximo exponentes influyeron en el mapa global. La competencia creada entre estas dos grandes potencias determinó políticas internas y externas en las distintas zonas geográficas. El mundo árabe se caracterizaba por tener una postura pro-soviética. Israel por su parte,  empezaba a acercarse al que sería su hermano mayor hasta el presente, Estados Unidos.
En la batalla de Yom Kippur, Egipto consiguió una victoria moral extraordinaria, la cual trajo nuevamente grandeza al mundo árabe. El «león» (apodo en el mundo árabe), volvió a rugir y con él, las demás sociedades árabes. Egipto dio a entender que Israel no era invencible. Es más, que podía ser sorprendido. El entonces líder egipcio,  Anwar Sadat, entendió perfectamente que para poder devolver la grandeza el mundo árabe, había que también golpear al enemigo israelí.
¿Pero cuál era el verdadero objetivo del presidente egipcio? Sadat pretendía  lograr un cambio en su política externa: pasar de un alineamiento soviético a un acercamiento con Washington. Egipto, que se encontraba en una crisis económica, necesitaba de un aliado que no abasteciera solamente de armamentos para la guerra, sino también que le permita dar  de comer a su pueblo. La exitosa táctica e estrategia bélica que lideró Sadat generó confianza en su gobierno, pero más aún en su pueblo. Sin el apoyo de éste, el cambio de su política exterior no hubiese sido posible. El líder egipcio entendió también que al pasarse al lado americano tendría que lidiar con Israel en un futuro cercano. Es preciso remarcar que Egipto siempre respetó bélicamente al estado de Israel, y entendió que aquel nuevo estado de Oriente Medio no tenía intenciones de retirarse de la zona. El líder egipcio comprendió y aceptó la existencia del estado de Israel, lo cual culminó con el acuerdo de paz de 1977 entre Israel y Egipto, con Estados Unidos ejerciendo de mediador.
Estados Unidos, en plena «competencia» con la Unión Soviética en la era de la Guerra Fría, entendió la importancia de tener a un aliado importante y con influencia en el mundo árabe. La alianza con “el león mundo árabe” trajo consigo más aliados en la región. Comprendió la importancia de Egipto en la zona y cuan útil seria este, para sus intereses geopolíticos. Estados Unidos comprendió también la importancia de que sus aliados se respeten mutuamente y puedan convivir.
Israel fue sorprendido y comprendió que no es invencible. La ceguera provocada a raíz del triunfo en 1967 dejó un impacto fuerte en la sociedad israelí, que se reflejó en 1977 en el primer triunfo electoral de la derecha del Likud, que consagró a Menachem Begin como primer ministro.
Líderes sionistas comprendieron que algo no estaba funcionando según lo previsto y que el enemigo era capaz de levantarse sin importar el golpe que recibiera. La guerra de Yom Kippur resultó en una readaptación de la doctrina de seguridad de Israel. No solamente en la restauración de sus fuerzas, sino también la comprensión de tener superioridad en el campo de inteligencia -interno e externo de Israel-, que conduciría una nueva era y nuevos desafíos a nivel de seguridad nacional. Este efecto se ve reflejado actualmente con las actuales amenazas a Israel: Siria, Irán, Hamás y Hezbollah.
La guerra de Yom Kippur conllevó una nueva etapa del conflicto árabe- Israelí. Provocó que ambas partes, Egipto e Israel, se sentaran a hablar y firmaran la paz. Egipto, al recuperar su respeto en el mundo, estuvo dispuesto a cambiar su política exterior. Por su parte, Israel entendió que era el momento perfecto para poder negociar con su mayor enemigo, el cual temió por muchos años.
La negociación de los territorios conquistados a Egipto en 1967 –la Península del Sinái y la Franja de Gaza- eran una carta que podría derivar a un acuerdo paz. Washington apoyó la negociación. Por tanto, la guerra de Yom Kipur generó una situación “win-win”, en que todos ganarían algo. De entrada, el primer y más importante acuerdo de paz entre Israel y el mundo árabe, que sigue vigente en la actualidad.
Hoy en día, se puede afirmar que la cooperación mutua va en aumento. Egipto e Israel comprendieron que para poder mantener un status quo en la zona es necesario cooperar en distintos campos. Uno estos es la coordinación y cooperación a nivel de seguridad e inteligencia: ya no es secreta la ayuda militar israelí en la lucha de las fuerzas egipcias contra grupos islamistas en el norte del Sinaí. Ambos trabajan conjuntamente para dar respuesta a enemigos mutuos que amenazan con desequilibrar la zona[6].
Brian Weissmann, Maestría en Doctrinas de Seguridad por la Universidad de Tel Aviv. 
 
[1] Prof. Isaac Ben Israel, Israel Security Doctrine 2011
[2] Prof. Isaac Ben Israel, Israel Security Doctrine 2011
[3] Carl von Clausewitz, On War: Theory of war 1832.
[4] Yeshafat Harkabi, War and Strategy 1990.
[5] Prof. Isaac Ben Israel, Israel Security Doctrine 2011
[6]  David D. Kirkpatrick, Secret Alliance: Israel Carries Out Airstrikes in Egypt, With Cairo’s O.K. Feb 2018. https://www.nytimes.com/2018/02/03/world/middleeast/israel-airstrikes-sinai-egypt.html
 

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