La presencia militar se refuerza en plena tensión con Irán, mientras continúan los ataques contra los hutíes en Yemen y se reanudan negociaciones nucleares.
Operación dual: diplomacia y presión militar
Un segundo portaaviones estadounidense, el USS Carl Vinson, opera desde esta semana en aguas del mar Arábigo. El despliegue, confirmado por imágenes satelitales, coincide con una nueva ronda de negociaciones entre EE.UU. e Irán sobre el programa nuclear iraní.
El Vinson se une al USS Harry S. Truman, que desde mediados de marzo participa en ataques aéreos contra objetivos de los hutíes en Yemen, rebeldes respaldados por Irán.
La sede de las negociaciones aún no está clara
Fuentes diplomáticas informaron que las conversaciones podrían celebrarse este fin de semana. Aunque inicialmente se mencionó Roma como sede, Irán ha insistido en Omán. La Casa Blanca aún no ha confirmado oficialmente el lugar del encuentro.
El enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, describió la ronda anterior en Omán como “positiva y convincente”. También indicó que el acuerdo nuclear de 2015 podría servir como punto de partida para un nuevo entendimiento.
Trump mantiene la amenaza sobre Teherán
El presidente Donald Trump ha reiterado que podría ordenar ataques aéreos contra instalaciones nucleares iraníes si no se alcanza un acuerdo satisfactorio.
Actualmente, Irán enriquece uranio hasta un 60%. Witkoff advirtió que ese nivel es innecesario para fines civiles y que EE.UU. solo aceptaría un máximo del 3,67%, como establecía el acuerdo original firmado en 2015.
Señales mixtas desde Teherán
El diario iraní Javan, vinculado a la Guardia Revolucionaria, sugirió este martes que Irán podría estar dispuesto a reducir el nivel de enriquecimiento. “Algo que hemos hecho antes, ¿por qué no hacerlo de nuevo?”, publicó el editorial.
No obstante, persiste una fuerte resistencia interna en Irán a realizar concesiones relacionadas con su programa de misiles balísticos, considerado crucial para su defensa.
El punto más delicado: los misiles
El programa de misiles balísticos iraní fue uno de los principales argumentos de Trump para retirarse del acuerdo nuclear en 2018. Ahora, Witkoff insiste en que cualquier nuevo pacto debe incluir controles sobre ese armamento.
Expertos coinciden en que este será uno de los temas más difíciles de negociar, especialmente considerando las amenazas que Irán percibe de Israel, Arabia Saudita y otras potencias regionales.
Análisis regional
El incremento de la presencia militar de EE.UU. en Oriente Medio tiene implicancias directas para Israel. Por un lado, refuerza el mensaje de disuasión hacia Teherán; por otro, abre interrogantes sobre el curso de las negociaciones y el riesgo de una escalada militar si fracasan.
Israel ha advertido repetidamente que no permitirá que Irán desarrolle armas nucleares. Mientras tanto, sigue de cerca tanto las acciones militares de EE.UU. como las señales diplomáticas que emergen desde Washington y Teherán.
Agencias colaboraron con este artículo de Aurora