Yad Vashem presenta muestras sobre atletas judíos

3 agosto, 2016

Incluyendo los deportistas que los salvaron

El Museo del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem, ha abierto dos exposiciones que revelan aspectos poco conocidos sobre el deporte judío antes del nazismo, así como de los atletas que colaboraron en salvar vidas judías.
Se trata de dos muestras «on line», del total de 160 que figuran en el catálogo web de Yad Vashem, en las que la característica común es el espíritu olímpico de deportistas judíos en la Europa del siglo pasado, antes y durante el Holocausto, así como de aquellos grandes deportistas y entrenadores no judíos que muchas veces se jugaron la vida para salvar la de otros.
Una de ellas, titulada «Judíos y Deporte antes del Holocausto: Una retrospectiva visual», presenta imágenes y objetos relativos con diferentes eventos y competiciones deportivas en las que participaron judíos.
Quizá lo más significativo de la misma son las fotografías en blanco y negro en la que aparecen atletas judíos en distintas disciplinas, muchas veces luciendo en las camisetas estrellas de David o en juegos patrocinados por organizaciones judías como Maccabi o Bar Kochba.
Entre los afamados deportistas judíos figuran el campeón de boxeo Víctor Pérez, originario de Túnez y campeón del mundo de los pesos pluma en 1931 y 1932, que murió en Auschwitz, Polonia, en marzo de 1945; el equipo polaco de fútbol del Hapoel, o el combinado de hockey Hakoach, que compitió en los Juegos Deportivos Internacionales Bar Kochba en 1937.
La otra exposición, titulada «El Juego de sus Vidas», relata las historias de atletas no judíos reconocidos por la institución como «Justos entre las Naciones», título otorgado a aquellos gentiles que salvaron de la muerte a judíos durante la barbarie nazi.
Recoge testimonios así como vida y obra de una docena de hombres y mujeres, entre ellos el renombrado ciclista italiano Gino Bartali, ganador en tres ocasiones del Giro d’Italia (en 1936, 1937 y 1946) y del Tour de Francia en dos (1938 y 1948), la nadadora olímpica Margit Eugénie Mallásc, y el futbolista checo Martin Uher.
Sobre todos ellos, el museo Yad Vashem asegura que encarnaron el espíritu olímpico y «la responsabilidad social y el respecto a los principios éticos universales fundamentales».
Durante el Holocausto, los lazos y las relaciones de amistad entre los deportistas judíos y los no judíos ayudaron posteriormente a salvar las vidas de los primeros.
«Atletas no judíos valientemente arriesgaron sus propias vidas para salvar las de sus compatriotas judíos de la persecución nazi», destaca en un comunicado el Museo del Holocausto. EFE. ■

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