La obra “Tres Hombres de Bien” de la dramaturga argentina Andrea Bauab dirigida por Miriam Lebenas vuelve a escena. Es una pieza que desde su estreno en Israel tiene mucho éxito, lo cual no debe asombrar pues se trata de una excelente pieza que también tuvo mucho éxito en Argentina y luego en otros países, donde estuvo muchos tiempo en cartel. En Israel fue premiada en el festival competición de obras leídas que realiza el teatro Beit Lessin, donde se presentó “Shtikat Roemet”, (Silencio que Truena) Ahora se vuelve a presentar en español, el 28.11 en el Eshkol Pais de Kfar Saba.
Es una excelente oportunidad de ver una pieza de mucho mérito, con un tema candente y actual, y con la excelente dirección de Lebenas al frente de un grupo de actores latinoamericanos: Gabriela Martoy, Dani Miranda, Mario Rozenfeld, Morris Shapiro y Ruth Gonzalezo. La Producción General está a cargo de Miguel Yakobi y de Ritmo Latino un centro que es el nuevo hogar de la cultura latinoamericana en Israel y que abarca todas las expresiones artísticas de gente llegada desde Latinoamérica, España y Portugal.
Andrea Bauab es una Dramaturga y Guionista argentina que llegó a Israel hace varios años y su gran talento la ha llevado a ocupar también aqui un lugar de prestigio, cuenta con un currículo muy rico y una travesía profesional muy destacada. Miriam Lebenas una directora argentina que desde su llegada a Israel cumple con su cometido de dirigir un taller de teatro y así llegar al público hispano parlante. Para ello decide presentar textos de autores argentinos e israelíes manteniendo viva la palabra como medio de expresión de nuestras raíces y de ahí surge el nombre del grupo Shorashim.
Sobre la obra: una mujer denuncia un accidente de tráfico ocurrido a su hijo, se ve envuelta en una encrucijada, pues se enfrenta con la corrupción de tres profesionales, un médico, un juez y una periodista con trayectorias impecables en determinados momentos de sus vidas y cada uno por motivaciones diferentes ocultan un dato que saben: quien mató a un niño conduciendo un vehículo en estado de ebriedad. El suspenso gira alrededor de la madre del atropellado que lucha por la verdad para que se castigue al culpable. La mujer del periodista es la fuerza contraria, lucha para que se encubra al culpable. Es el debate moral interno de tres hombres de bien y el público se identifica con ellos.