Una mexicana enamorada de Israel – el blog de Karla Pineda

20 septiembre, 2018

Karla Pineda
Twitter: @KarlaPineda1 / Instagram: @karlapineda1 / Facebook: Karla Pineda
Antes de seguirles contando mi viaje quiero decirles: no hay día que no tenga nostalgia en mi corazón por estar en esa tierra maravillosa y bendecida. No sé cómo explicarles lo que siento al ver fotos de las múltiples cuentas de Instagram que sigo de Israel.
Siento que un pedazo de mi corazón se ha quedado en ese país tan maravilloso y realmente recorrerlo fue una experiencia única. Siempre digo: se puede ir a Paris y es lindo, se puede ir a España y también lo es, pero Ir a Israel es una bendición – una tierra donde se aprende en cada visita, donde se aprecia la mano de Dios en cualquier detalle por mínimo que este sea.
Y recorriendo este país en aquel bus fue como lo descubrí. Descubrí que no era un país más, un lugar cualquiera. Era un viaje que marcaría mi vida, y que jamás regresaría a mi país como llegué. Cómo olvidar los jardines de Haifa: que espectáculo esos colores , esa armonía, tan simétrico paisaje – realmente un sueño.
Cesárea Marítima y sus miles de años de historia fue realmente muy interesante. Imagínense mi fascinación por querer apreciar los mínimos detalles, que guardaba piedritas del camino, hojas que se caían de los árboles, para guardarlas de recuerdo. Y es que en verdad me quería traer un pedazo de tierra.
Siguió nuestro recorrido a Nazareth y desde aquellas montañas hasta arriba pude apreciar esa maravillosa panorámica. Ahí me senté en una piedra y respiré paz, oré y di gracias a Dios el permitirme estar ahí con un vaso de jugo de granada. Qué maravilla poder disfrutar la fruta que sabe a fruta! Puede parecer cómico, pero hay lugares que la fruta no sabe a nada.
Y nuestra siguiente parada para dormir en Tiberias. Dios mío qué vista tan maravillosa!
El Mar de Galilea se asomaba por la ventana de mi habitación de hotel.
La hora de cenar llegaba y ahí compartimos en la mesa de todos los que íbamos nuestros comentarios y llegábamos todos a la conclusión de que estábamos fascinados con el viaje, que había sido la mejor decisión el elegir Israel como destino. Estábamos felices con todo, la comida, el trato en los hoteles, con los guías, con nuestro recorrido de Huellas del Cielo y queríamos más y más. Al día siguiente ver el sol del amanecer sobre el mar de Galilea era realmente una bendición. Lo aprecié como pocos amaneceres en mi vida.
Fuimos rumbo al mar para subirnos a una barca y no saben la sorpresa que fue  subirnos y que nos recibieran con el himno nacional de nuestro país, con la bandera mexicana al lado de la israelí – fue un detalle que no esperábamos  y que nos emocionó hasta las lágrimas. Recorrimos de lado a lado el mar haciendo oración, escuchando música y no podía dejar de llorar. Qué lugar, qué experiencia! hasta el día de hoy es uno de mis lugares favoritos.
También pudimos disfrutar de un pescado delicioso sacado de ahí y que me recordó lo saboroso que se come en Israel.
Pues la noche llegaba y al día siguiente salíamos al río Jordan y de ahí por fin iríamos rumbo a la gran Jerusalén. Creía que de la emoción no iba a poder dormir y así fue …
Así fue como día a día iba cumpliendo mi sueño de conocer Israel – su cultura, su gente. Así fue como iba recorriendo las huellas del cielo.
Karla Pineda es publicista, conductora, cristiana y una figura conocida en México

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