Una intensa actividad diplomática aflora en funeral de Peres

30 septiembre, 2016
Foto: GPO

El funeral por el ex presidente Shimón Peres celebrado en Jerusalén fue el escenario de nuevos esfuerzos por acercar a los dirigentes israelíes y palestinos, rodeados por la abrumadora concentración de líderes mundiales presentes en las exequias.

Noventa delegaciones de setenta países asistieron al funeral y homenaje póstumo a un defensor incansable del diálogo de paz como lo fue Peres, con el remate del discurso del presidente de EEUU, Barack Obama, que aprovechó su visita a Jerusalén (la última que hará en calidad de mandatario) para instar a las partes a retomar el camino de la paz.

Poco antes se producía la imagen del día, el apretón de manos -el primero en seis años- entre el primer ministro, Biniamín Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abbás.

«Hace mucho tiempo que no nos vemos, mucho tiempo», le expresó Abbás en su saludo a Netanyahu, quien le agradeció haber asistido al funeral, en la primera vez que el dirigente palestino acude a Jerusalén de forma oficial desde 2010.

La esposa del primer ministro, Sara, a quien Abbás saludó calurosamente, subrayó: «Le esperamos en casa… Estoy esperando».

El primer ministro también estrechó la mano del secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, que acompañaba a Abbás y a quien manifestó: «En nombre de nuestro pueblo y de Israel apreciamos mucho que hayan venido», a lo que el negociador palestino contestó con una contenida sonrisa y un escueto «gracias».

En los últimos meses, Netanyahu reiteró a Abbás su invitación a mantener un encuentro para relanzar el proceso de paz, y en su último discurso en la ONU, la semana pasada, le invitó a hablar en el Parlamento (Knéset).

Pero los palestinos insisten en que, antes de retomar las negociaciones de paz, debe cesar la expansión de los asentamientos y establecerse un calendario firme para el diálogo.

Iniciativas como la francesa para un proceso diplomático en un marco multinacional o la del presidente ruso, Vladimir Putin, para sentar a ambos interlocutores en un encuentro en Moscú han quedado de momento en el aire, sin que se vislumbren en el corto plazo resultados fructíferos.

Los líderes palestinos buscan “internacionalizar” el conflicto a través de una conferencia internacional o una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, para arrancarle al Estado judío. En cambio, el Gobierno de Israel reclama negociaciones bilaterales directas, sin intervención exterior, tal como sucedió en las negociaciones que dieron lugar a los acuerdos de paz con Egipto y Jordania.

Tanto en los mensajes de pésame expresados por dirigentes mundiales como en el discurso de Obama, han abundado en los llamamientos a rescatar la figura o legado «inacabado» de Peres para impulsar el diálogo de paz, estancado desde hace más de dos años.

Obama rememoró el talante conciliador de Peres y dijo que «incluso frente a ataques terroristas, pese a repetidas decepciones en la mesa de negociación, insistía en que, como seres humanos, los palestinos debían ser vistos como iguales en dignidad a los judíos y, por tanto, debían ser iguales en su derecho a la autodeterminación».

A diferencia de los líderes israelíes que intervinieron en la ceremonia y pasaron por alto la asistencia de Abbás, Obama agradeció en su discurso al presidente palestino su participación en el sepelio y dijo que su presencia era «un gesto y testimonio de la inacabada tarea de la paz» que Peres tanto defendió.

El portavoz del Ministerio de Exteriores, Emanuel Nahsón, mostró su esperanza de que la confluencia de líderes de todo el mundo ayude a generar algún tipo de proceso.

«Tenemos aquí una pequeña reunión de las Naciones Unidas. Puede ser que tengamos discusiones muy importantes o interesantes entre líderes mundiales, ojalá que sirva para que haya conversaciones que sirvan (a la causa) de la paz», subrayó.

El partido nacionalista palestino Al Fatah, liderado por el presidente, Mahmud Abbás, arrinconados por las feroces críticas internas y de la calle palestina, justificó su participación en el funeral con el argumento de que se trataba de dar «un mensaje palestino de paz al mundo».

«Asistir al funeral es parte de las responsabilidades de nuestro presidente. Todo el mundo se siente atraído por el sepelio y su participación ha hecho que (el primer ministro israelí) deje de mostrar a los palestinos como terroristas», dijo Munir al Yaghoub, veterano líder del partido.

Mucho más crítico, el conocido escritor Amos Oz, amigo personal de Peres, se preguntó abiertamente en su discurso: «¿Dónde están los líderes dispuestos a levantar el estandarte de Peres?». EFE y Aurora

Compartir
Subscribirse
Notificarme de
guest

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

4 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios