Un verano caliente

Pablo Sklarevich
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) parece interesado desde hace tiempo en abrir un frente contra Israel en las Alturas del Golán. Pero sólo a través los grupos jihadistas chiís que patrocinan: libaneses, iraquíes, paquistaníes, afganos, etc.
Del último discurso del secretario general de Hezbollah, el jeque Hassan Nasrallah, se desprende que, bajo el telón de fondo de la desintegración del Estado Islámico, la apertura de rutas (por parte de las fuerzas del régimen del presidente sirio Bashar al Assad y de las milicias chiís pro-iraníes) en la frontera siria-iraquí permitiría el traslado ininterrumpido de efectivos y material bélico desde Irán para la Jihad en la frontera de los Altos del Golán
Sin embargo, Israel ha advertido seriamente a Hezbollah que considera a Siria y el Líbano como un único frente. Comenzó a reforzar partes de su frontera norte y le dejó entender a Nasrallah que cualquier iniciativa bélica tendrá un precio.
Entre tanto, el jefe de la Inteligencia Militar, Herzi Halevi, confirmó la información de la prensa kuwaití sobre la existencia de una fábrica clandestina iraní de misiles avanzados en el Líbano.
El ministro de Defensa, Avigdor Liberman,  expresó al respecto que Israel no busca una aventura bélica y prefiere inicialmente una solución diplomática; pero que Israel no dejará pasar el asunto.
De cualquier manera, ni Estados Unidos ni Israel aclararon suficientemente sobre la presencia del portaviones USS George H.W. Bush en la bahía de Haifa. El portaviones más grande del mundo, impulsado por dos reactores nucleares, opera generalmente en el Golfo Pérsico y su traslado no suele ser fortuito.
De la escuadra de más de 80 aviones desplegados en el USS George H.W. Bush partió el caza F18E Super Hornet que derribó al avión sirio SU-22, que estaba bombardeando el noreste de Siria, a mediados de junio.
Al menos, en Astana, Kazajstán, se desarrollaba la quinta ronda de negociaciones entre las partes en conflicto por los restos de Siria.
Todo indica que para cuando finalice la visita del primer ministro de la India, Narendra Modi, a Jerusalén, seguiremos teniendo un verano caliente.

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