El Servicio Penitenciario de Israel (SPI) debe pagar a un ex preso palestino veinte mil shekels en términos de compensación luego que las cámaras de vigilancia de la cárcel registraran que un guardia le propinó un cabezazo.
Nadim Injaz, de 40 años, domiciliado Ramallah, fue sentenciado a dos años de prisión en octubre de 2010 tras irrumpir en la embajada turca en Tel Aviv y tratar de tomar rehenes.
Injaz fue declarado culpable de extorsión e intimidación, intrusión en circunstancias agravadas e ingreso ilegal a Israel.
El incidente ocurrió cuando Injaz estaba siendo trasladado -a pesar de sus objeciones- desde el bloque de celdas 12 a la sección de custodia protegida de la prisión de Eshel en Beer Sheva, después de que el SPI recibiera información sobre planes para dañar a Injaz.
Sin embargo, Injaz se negó a ser trasladado a la sección de custodia protectora, alegando que no deseaba ser encarcelado con presos condenados por pedofilia y otros delitos sexuales.
Imágenes de las cámaras de seguridad del incidente muestran al comandante del bloque de celdas propinándole un cabezaso a Injaz, quien estaba esposado y rodeado por otros diez guardias.
En su defensa, el comandante del bloque de celdas afirmó que el prisionero le escupió en la cara, a lo que instintivamente reaccionó pegándole.
«En lugar de mantenerlo en régimen de aislamiento hasta que se tomara sobre él una decisión, los guardias lo empujaron por la fuerza, y después que se opuso, uno de los guardias lo golpeó en la cabeza mientras estaba esposado», afirmó el abogado de Injaz, Bezalel Emanuel.
El SPI instó al Tribunal de Jerusalén a desechar la demanda, alegando que Injaz es un «denunciante en serie», que provocó a los guardias y escupió al comandante del bloque de celdas. Además, según el SPI, el preso no sufrió ninguna herida como resultado del incidente.
Injaz presentó una demanda por cien mil shekels en daños y perjuicios por el dolor y el sufrimiento que supuestamente sufrió; pero las partes finalmente llegaron a un acuerdo por veinte mil shekels.
El jefe del bloque de celdas fue condenado por el tribunal disciplinario del SPI y reprendido.