Un drama neo noir bien llevado

25 enero, 2017

Ietzurim Leiliim (Nocturnal animals, EEUU, 2016). Dirección y guión: Tom Ford. Fotografía: Seamus McGarvey. Actores: Amy Adams (Susan Morrow), Jake Gyllenhaal (Tony Hastings/Edward Sheffield), Michael Shannon (Bobby Andes), Aaron Taylor Johnson (Ray), Isla Fisher (Laura), Ellie Bamber (India), Armie Hammer (Hutton), Laura Linney (Anne Sutton).

El guión de la película está basado en la novela homónima de Austin Wright, “Tony and Susan”. Algunos críticos han sido muy críticos, valga la redundancia, respecto a las imágenes que abren el film mientras corren los créditos.
Se trata de tomas de mujeres casi desnudas, en atuendos más diminutos de las habituales porristas en eventos deportivos como se acostumbra en los Estados Unidos. Pero la cosa es que estas mujeres son mórbidamente obesas y por supuesto que las tomas se realizan en cámara lenta. Pero estas tomas no son gratuitas, sino tienen una racionalidad de ser, porque son parte de una exhibición presentada por Susan, la dueña de una galería de alto encumbre en Los Ángeles, en su mundo de arte.
Susan es hermosa, vive en una casa de estilo supermoderno y su estilo de vida extravagante está basado, es de suponer, en la fortuna de su esposo Hutton, pero debajo de esa pátina de confort las cosas no andan bien, está bastante claro que el matrimonio ha dejado de funcionar, él la engaña, se va a un viaje de negocios y no le es difícil a Susan descubrir que está acompañado.
22cineAntes de irse le entrega a Susan una novela de Edward Sheffield. Al tratar de abrir el sobre que envuelve el manuscrito, se corta con el papel, un simbolismo que apunta a lo que se verá más tarde. El asistente que termina de hacer la operación se sorprende por la pregunta que ella le larga de sopetón, si las elecciones que uno hace en la vida pueden resumirse eventualmente a un pésimo error único. El asistente, un empleado, no se atreve a contestarle, más bien pareciera que no sabe de qué le está hablando.
La novela es de Edward, su primer esposo que se la ha dedicado personalmente. Muy pronto ella se sumerge en la lectura de la novela, el libro dentro del film se convierte en una narrativa fílmica paralela. Ahí lo tenemos a Tony, un hombre culto que va viajando de noche por Texas con su esposa Laura y su hija India. En la ruta se topan con tres agresores, liderados por Ray, los acosan, a la larga resulta que el auto de Tony echado a un costado de la ruta tiene una rueda pinchada y ellos se ofrecen a cambiárla.
Es una secuencia donde la violencia va en constante aumento, se llevan a las mujeres y al final Tony se encuentra en un camino de tierra en medio de un desierto. Cada tanto Susan interrumpe la lectura horrorizada por lo que está ocurriendo en la novela de ficción que le ha enviado y la cuestión es si se trata de una alusión de algo que ha ocurrido en su breve pasado conjunto.
Pues resulta que no es así pero ahora comienza una nueva narrativa, la historia de Susan y Edward, ambos jóvenes tienen grandes esperanzas para el futuro, es uno de los flashbacks que se repetirán a lo largo de la cinta. Él la alienta a seguir con el arte, no como un negocio sino como una manera de realizarse a sí misma.
Ella quiere que él sea más responsable y más realista, teme ser a la larga como su madre, en una conversación con ésta, encarnada por Laura Linney, que de paso se roba la escena como la gran actriz que es quien la aconseja no casarse con Edward. Susan hiere a éste doblemente, no cree en él como opción y tampoco cree que pueda ser capaz de escribir la novela con la cual sueña.
El cineasta como buen equilibrista mantiene a todas las narrativas en el aire, hay un presente, un pasado y una novela en la cual van ocurriendo cosas, ahora se trata de la venganza de los malhechores que se han aprovechado de las mujeres y le han dado fin a sus vidas.
Entra en escena el policía Bobby que quiere ayudar a Tony a apresar a los atacantes y darles su merecido. Como las cosas no funcionan en el plano legal y los tipos van a quedar libres, estando aquejado por una enfermedad debida al exceso de cigarrillo, decide actuar de manera poco convencional, podría decirse ilegal, para satisfacer el ansia de venganza de Tony.
Las historias paralelas de la realidad y la novela tienen bastantes puntos de contacto en el casting, la esposa de Tony se parece a Susan, la hija de Tony se parece a la de Susan, toques de verde se repiten en ambas mujeres. La actuación de Amy Adams es digna de admiración, el frío que proyecta unido a su vulnerabilidad es uno de sus aciertos. Jake Gyllenhaal se luce en ambos papeles de este drama neo noir (cine negro) que Ford lleva adelante de una manera idónea.

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